♡: [ ¡𝙃𝙖𝙣𝙣𝙞𝙚 𝙈𝙞𝙣𝙚! ] ➯ 𝘏𝘢𝘯𝘬𝘯𝘰𝘸 𖡄

𝐎𝟓

— ¡Hannie, basta! — Minho se removía de un lado a otro, riendo a carcajadas mientras su novio lo ahogaba en cosquillas. El rubio arqueaba su espalda en la cama, tratando de escapar de las manos inquietas de Jisung, que no se detenían ni un segundo.

— Es tu merecido, pequeño — respondió Jisung con una sonrisa traviesa en su rostro, disfrutando del momento. Abrazó el cuerpo del mayor, dejando de arremeter contra su estómago y acostándose sobre él, sin ejercer demasiada presión, pero lo suficiente como para que Minho sintiera su calor.

Minho intentó recuperar el aliento, su pecho subiendo y bajando con rapidez mientras aún reía, cada cosquilla había sido un ataque fulminante a su resistencia — ya, perdón, perdón — dijo entre risas, su rostro iluminado por la alegría. Rodeó el cuello de su novio con sus brazos, buscando la seguridad que solo Jisung podía brindarle.

— No lo vuelvas a hacer, ¿vale? — Jisung se sentó en la cama, lo que obligó a Minho a hacer lo mismo, y lo miró con una mezcla de diversión y cariño. Sus ojos chispeaban con malicia.

— No te prometo nada — contestó el más bajo, haciendo un puchero adorable que no pudo evitar sacar otra risa de Jisung.

El castaño rió, completamente encantado por la expresión del rubio. Con un gesto cariñoso, se inclinó hacia adelante y besó las manitos de Minho, que estaban entrelazadas en su regazo — eres un pequeño revoltoso, ¿sabes? — le dijo, acariciando las manos delicadas de su novio con ternura.

Minho sonrió, sintiéndose como el centro del universo en ese instante — solo soy así contigo, Hannie — sus ojos se encontraron y, por un momento, el mundo exterior desapareció. Solo existían ellos, en su burbuja de felicidad.

— Siempre me haces esto — dijo Minho, mirándolo fijamente, mientras jugueteaba con los dedos de Jisung. Su voz era un susurro casi reverente, como si temiera romper la magia del momento.

— Es que no puedo resistirme a ti — respondió Jisung, acariciando el cabello del más bajo con suavidad. Sus dedos se deslizaban por el oscuro cabello de Minho, mientras este se dejaba llevar por la calidez de su toque.

Ambos se quedaron en silencio por un instante, disfrutando de la tranquilidad que los rodeaba. Minho sentía que cada latido de su corazón resonaba en su pecho, un recordatorio constante de lo afortunado que era de tener a Jisung a su lado.

— ¿Sabes? A veces me da miedo lo posesivo que soy contigo — confesó Minho, su tono cambiando a uno más serio. Se sentía vulnerable al compartir eso, pero sabía que podía confiar en su novio.

— No tienes que preocuparte por eso — Jisung respondió, colocando un dedo en los labios de Minho para callarlo — lo que sientes es natural. Eres un omega, y es parte de quién eres. Lo único que quiero es que seas feliz.

Minho sonrió de nuevo, sintiéndose aliviado por las palabras de su novio — tienes razón — dijo, su voz más suave — solo quiero estar contigo y que nadie más te mire.

— Eres un tonto... Mi tonto — rió Jisung, atrapando la mirada del rubio — ahora ven aquí.

Con un tirón suave, Jisung atrajo a Minho hacia él, envolviendo su cuerpo en un abrazo cálido y protector. Minho se acurrucó en el pecho de Jisung, sintiéndose completo y amado.

El ambiente en la habitación se llenó de una paz reconfortante, con el suave murmullo de risas y susurros mientras ambos disfrutaban de la compañía del otro. Era un momento que no querrían cambiar por nada, un instante que se sentiría eterno en sus corazones.