Capítulo 9: Como aman los perdedores (parte II)

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Desde aquel día evitó encontrarse con Bin, dejó pasar un tiempo que le permitiera curar parte de su corazón roto, le dijo al menor que estaría ocupado con el trabajo para que no se preocupara por su repentina desaparición.

Tal como lo había pensado desde el inicio, no tenía intenciones de alejarse de Bin al no ser correspondido, Bin era un buen amigo y confidente, aún quería conservar ese lazo a pesar de las circunstancias, sólo necesitaba espacio para recomponerse.

Cuando se sintió preparado volvió a buscar a Bin, regreso como si no hubiera pasado absolutamente nada, Bin no necesitaba saber que Seung Ho era un tonto que se ilusionaba por sí mismo y terminaba lastimado por lo mismo.

Habló con Bin del trabajo, de su vida y de sus sueños, jugó con los niños cuando tuvo oportunidad y pronto volvió a la rutina que tenían.

Los meses pasaron y Seung Ho estaba convencido de que podría permanecer al lado de Bin solo como un amigo, que ya se había resignado a no tener ninguna oportunidad y estaba bien con eso. Pero de pronto algo cambio, algo que activó la esperanza dentro de él que creía extinta.

Bin parecía cansado en los últimos días, distraído y triste. Aunque quiso indagar al respecto sabía que a Bin no le gustaba que otros se preocuparan por él y prefería arreglar las cosas por sí mismo, así que se mantuvo al margen de la situación, sólo apoyándolo de manera indirecta y dándole ánimos sin ningún motivo aparente.

No fue hasta un par de meses después que supo lo que ocurría. Fue a buscar a Bin a su trabajo como siempre pero no lo encontró, el resto del personal le dijo que ese día no había asistido, Bin se ausentó por algunos días, Seung Ho comenzó a preocuparse.

Fue un día que caminaba por el parque que lo encontró sentado debajo del árbol dónde se conocieron, tenía la mirada vacía y parecía absorto en sus pensamientos.

—“Siempre te encuentro aquí cuando menos lo espero”—Bin saltó ante su voz, pronto se relajó al notar que era Seung Ho quien estaba a su lado.

—“Este lugar es relajante, me ayuda a no pensar”—Bin hablaba suavemente como si le costara, los sonidos de alerta se activaron en él, nunca había visto a Bin tan tranquilo y parecía triste.

—“¿Todo bien? Te ausentaste un tiempo así que estaba preocupado ¿Sucedió algo?”—Se sentó al lado de Bin mientras hablaba, estaba lo suficientemente cerca como para ser el único en escuchar su conversación pero sin invadir el espacio de Bin para no incomodarlo.

Bin lo miró, sus ojos estaban vidriosos—“¿Si está todo bien? Realmente ya no lo sé”—abrazó sus rodillas—“He tomado una decisión que cambiará muchas cosas, en su momento creí que era la correcta pero ahora no tengo idea”—Bin hablaba sin ver al mayor—“Me he separado”.

Seung Ho se congeló, por un momento creyó que había escuchado mal, pero cuando su cerebro procesó lo dicho por el menor se dio cuenta de la situación. En circunstancias normales esto sería una gran noticia y Seung Ho estaría celebrando por dentro, pero ver a Bin tan triste y perdido no tenía nada de bueno, sólo quería consolarlo.

“Ojalá pudiera llevarme todo tu dolor” pensó. Seung Ho se aclaró la garganta, Bin necesitaba un amigo en ese momento, por eso se había abierto con él, no debía aprovecharse de eso.

—“Ya veo, eso suena realmente duro. No sé las circunstancias que te llevaron a tomar esa decisión Bin-ah, pero creo que siempre basas tus decisiones creyendo en lo que es mejor, tomar un paso así de importante requiere mucho valor, por ahora confía en ti”—Trataba de hablar suavemente para no alterar al menor—“Si esto está destinado a suceder se mantendrá así, si está destinado a cambiar sucederá de otra manera, ten fé en que el tiempo acomodará todo dónde debe de estar”.

No, I Don't Donde viven las historias. Descúbrelo ahora