Cha Eunwoo puede decir con certeza que su vida es perfecta, y nadie se atrevería a decir lo contrario.
Fue dotado con una buena apariencia que lo hacía resaltar del resto de las personas, también era inteligente y tenía mucho talento en el ámbito artístico.
Tiene una carrera sumamente exitosa como actor que lo mantiene ocupado por la gran demanda del público para tener un poco de él, ya sea en dramas, películas, programas de televisión, marcas de ropa, etc.
Y por último, pero no menos importante, tiene una familia hermosa. Conformada por su esposo Bin, y sus dos pequeños, Myungjun de 10 años y Sanha de 5.
Para Eunwoo, su familia es el tesoro más precioso que tiene, después de una larga jornada laboral encontrará consuelo al llegar a casa y ver sus hijos jugando de manera ruidosa o peleando entre ellos; y por supuesto, lo más placentero será llegar a casa y descansar en los brazos de Bin.
Eunwoo puede decir que ha sido bendecido con tantas cosas que podría considerarse el hombre más afortunado del mundo. Todo en su vida es perfecto, y no hay nada en el mundo que pueda alterar el equilibrio de su vida.
O eso pensaba.
Los cambios comenzaron unos meses atrás, Eunwoo se pregunta si tal vez esto tenía más tiempo del que pensaba y sólo no quiso verlo hasta que fue demasiado tarde.
Con su creciente popularidad su agenda comenzó a incrementar al grado de que pasaba más tiempo en el trabajo que en casa, a veces tenía viajes de negocios tan largos que no regresaba durante una semana por estar en el extranjero. Bin nunca se quejó de esto, sabía lo importante que era para Eunwoo su carrera y nunca le reprochó nada, algo que Eunwoo siempre le agradecería a su esposo.
En las raras ocasiones que podía regresar a casa podía notar cosas que le preocuparon pero dejó ir, tal vez debió haber puesto más atención, como las creciente ojeras de Bin, su notable cansancio y su falta de alegría habitual, aunque cuando estaba con Eunwoo y los niños trataba de mostrarse entusiasta, se notaba el enorme esfuerzo que le costaba mantener la fachada.
Luego estaban sus hijos, ambos dejaron de pedir salidas con él sabiendo que Eunwoo no tendría tiempo para pasar el rato con ellos. Sanha comenzó a volverse más tímido a su alrededor, como si comenzara a interactuar con un desconocido, Myungjun se volvió menos enérgico cuando Eunwoo llegaba a casa para evitar fatigarlo más de lo que estaba.
La creciente distancia entre él y su familia se formaba pero no podía verlo, su trabajo comenzaba a exigirle cada vez más, el estrés se acumulaba, el cansancio marcaba un desgaste constante de manera física y mental, dentro de todo ese desastre Bin decidió hablar con él, no era el mejor momento.
Ambos estaban cansados y frustrados, todo explotó, lo que tenía que comenzar como una charla para hablar de sus problemas se convirtió en una discusión, hubo gritos y reclamos, no se dieron cuenta de lo inmersos que estaban en su pelea hasta que escucharon a Myungjun gritar que se detuvieran mientras sostenía a Sanha que lloraba en sus brazos.
El golpe de realidad llegó a ellos, se desinflaron ante la escena de sus dos hijos asustados, Bin corrió hacia ellos y los abrazó, Eunwoo se inclinó y comenzó a acariciar suavemente sus cabezas, ambos les pidieron disculpas, subieron al cuarto de los niños para dormirlos, solo lo hicieron cuando sus padres prometieron que no pelearían más.
Los adultos decidieron seguir la conversación, esta vez se aseguraron de estar calmados, Eunwoo pidió perdón por perder los estribos y Bin hizo lo mismo. Esa noche admitieron que había problemas entre ambos, se reconciliaron y Eunwoo prometió comenzar a dejar de saturarse de trabajo para pasar tiempo con ellos.
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No, I Don't
FanfictionLa vida Cha Eunwoo es perfecta. Tiene una carrera exitosa y una familia que ama. Nada podría alterar el equilibrio de su vida, o eso pensó... -"Lo siento, Nunu, no creo que esto vaya a funcionar... Tenemos que separarnos". Universo alterno dónde e...