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Pasaron tres meses desde el secuestro y retorno de Pan al reino de Júpiter, sin embargo, nadie en aquel reino la había visto, ni siquiera Piccolo que era su maestro. Éste, preocupado por su joven alumna, pidió audiencia ante el rey para saber de ella


Mark: ¿Sucede algo Piccolo?


Piccolo: Lamento quitarle su tiempo majestad, me preocupa la chiquilla, debo admitir que me sorprende que no se haya acercado ni si quiera a saludarme ¿Ella está enferma?


Mark tomo su copa y la bebió lentamente mirando al maestro de su nieta, luego le dijo


Mark: No tienes nada de qué preocuparte Piccolo, la enfermedad de la que sufre mi nieta no es nada que no se pueda curar, un tiempo a solas para reflexionar será suficiente


Piccolo: ¿Puedo verla?


Mark: ¡Prefiero que no!


Respondió firmemente, luego recuperando la tranquilidad le aseguro


Mark: Ella esta bien Piccolo, no puedes culparme por tratar de corregir a mi nieta


En efecto, Mark trataba de "corregir a Pan" encerrándola en una habitación oscura sin más visitas que la de su tía Violeta, que en ese momento era la única que conocía el secreto de la muchacha. Pan con casi ya cuatro meses de embarazo, yacía débil, ojerosa y maltratada sobre una dura colcha de paja extendida sobre un catre viejo, la sucia cobija con la que solía protegerse del frio estaba manchada del vino que bebía su tía cada vez que entraba a atormentarla, diciendo cosas muchas veces incoherentes y recordándole lo "atroz" que seria que su abuelo se enterase de la existencia del niño que crecía dentro de ella.


A parte de lo ya dicho, en la habitación solo encontrabas una pequeña bacinica y una bañera de madera que Violeta llenaba de agua fría para bañarla o quizá también... castigarla. El fruto de su amor parecía un pecado que ella debía pagar de la forma más cruel posible.


Violeta: Ya comienza a notarse tu vientre, por tu bien es mejor que mi padre no te vea


Pan: Se que mi abuelo no me haría daño


Le respondió, ya harta de esa situación


Violeta: Yo no estaría tan segura, recuerda el odio que siente por Vegeta y no le agradaría nada saber que llevas un bastardo de su hijo en la barriga


Pan: Él odia a Vegeta por el mal que tu sembraste. Además ¿De qué sirve ocultárselo? Tarde o temprano sabrá de mi embarazo


Violeta: No necesariamente


La chica sintió un escalofrió


Pan: ¿A qué te refieres?


La mujer acaricia con cariño fingido el cabello de su sobrina

Por el amor del príncipe (Vegebul) (Trupan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora