CAPITULO 1 LAS RUINAS DE VILLA ACME.

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Las calles son un total desastre, los negocios, y las casas se ven en total ruina, la luna llena ilumina las calles vacías, un perro y un gato, buscan entre botes de basura algo con que comer. Pero no es el único. Un chico toons, de nariz roja carmesi y rostro blanco, comienza a buscar también de entre la basura algo que comer. El chico viste solo su pantalón café, algo rasgado y sujetado con un cordón, una bufanda roja algo desgastada, y un gorro verde y pequeño le cubre la cabeza. Sus orejas comienzan a asomarse un poco. Al notarlo, este intenta metérselas nuevamente. Su pelaje es completamente negro. Lo cual le ayuda a cubrirse en la oscuridad de la noche. También se sopla un poco las manos. Estas tienen guantes blancos. Pero al parecer están tan viejos y desgastados que uno de ellos ya hasta se rompió. El chico intenta calentarse frotándose un poco con sus manos los hombros. Pues hace mucho frio. 

El frio del invierno llego y este solo busca algo para comer y no pasar hambre en ese momento.

De pronto una pequeña luz se enciende en una vieja casa, y un hombre calvo pero viejo, sale de ella. Sus ojos de botella, logran alcanzar al niño quien se esconde entre la basura, esperando no ser regañando por husmear en ella.

- Yakko. Que bueno que estas aquí hijo. ¿No quieres algo de comida? - de decía el hombre.

Yakko lo reconoció de inmediato, era el doctor Rascahuele. Un doctor muy famoso en el reino, pero que ahora el apenas y podía ayudar a la gente que muchas veces se enfermaba. Yakko tenía la confianza para acercase. Ya lo había ayudado una vez, cuando su hermana se había enfermado de pulmonía, y Yakko, no tenia los recursos para llevarla con un buen doctor, este se ofreció a ayudarle gratis. Yakko desde entonces, le intenta ayudar en la clínica. Pero ese día, no había ido. Su hermana decayó, y su otro hermano le estaba cuidando mientras este hacia lo posible por ganarse la vida.

Yakko acepto la comida que le dio. -gracias doc.- decía Yakko mientras llevaba también una bolsa vacía con algo de latas de comida y un poco de pan. – ¿cómo sigue tu hermana? - decía el doctor mientras observaba con sus grandes lentes de botella al hermano mayor. -está bien ahora doc. El medicamento que me dio, le ayuda a controlar su tos y ya no tiene tanta fiebre. Le agradezco por ayudarme.

Yakko agradeció mucho la ayuda del doctor, dio su reverencia y se fue corriendo hacia la calle. Mientras lo observa, la enfermera ve a el doctor como observa con tristeza al hermano mayor.

Yakko se siguió escondiendo mientras la noche le ayudaba a alumbrar el camino. Todas las noches, los hombres de Sabina, la reina de Warnerlandia; andaban escoltando la ciudad. Era toque de queda. Por lo que nadie podía estar afuera en las calles. Yakko intentaba esconderse lo mas que podía. Ya que si era descubierto. No solo se lo llevarían, pondría en riesgo la vida de sus hermanos pequeños.

Escondiéndose entre los escombros de una casa abandonada, Yakko observa de un lado a otro, para ver si no hay nadie. De pronto, escucha las alas de un pájaro. Era un hermoso cuervo negro que le miraba con sus hermosos ojos negros.

- Hola cuervo. Hace tiempo que no te veia- decía el chico quien sin levantar su cuerpo, le sonríe con ternura.

El cuervo grazna, al parecer le contesta, y nuevamente se lanza al aire. Habia unos sujetos que caminaban cerca de donde Yakko estaba. Asustado, logra esconderse otro poco mas. Con las antorchas en mano, los hombres platican mientras van caminando en dirección a Yakko... este tiembla un poco... de pronto, un fuerte golpe se escucha del otro lado, y aquellos guardias, rápidamente, corren para ver que era lo que sucedía.

Yakko sale rapidamente de su escondite, y logra ver al cuervo que esta posado en una de las ramas de un viejo árbol seco.

- Gracias cuervo. – decia el chico, quien no dejaba de mirar a aquel pájaro, con hermosos ojos negro.

EL HEREDERO Versión antigua.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora