CAPITULO 36

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- Por favor, quédate- suplicaba el cadete, sostenía a un pequeño infante, no mayor de 4 años, quien lloraba en los brazos de su padre, aun no comprendía lo que asedia, pero las lagrimas, no paraban de salir, ahora que veía a su madre irse con una gran maleta en su equipaje.

- Olvídalo goofy!. No pienso quedarme un minuto mas. No puedo soportarlo por mas tiempo, decía la rubia quien seguía sin mirarle la cara a su ahora ex esposo quien intentaba hacerle entran en razón.

- Amenos, hazlo por maxy, el extrañara tu rostro. -

Atenea le miro fijamente. Aquel pequeño, muy parecido a su padre le miraba con suma tristeza, aun no entendía lo que sucedía. Pero algo dentro de el, le pedía que no se fuera...

- Olvídalo goofy, ese mocoso no se parece a mi, NO TIENE NADA DE MI!-

- ¡es tu hijo!- grito con enojo su esposo

- ESA COSA NO ES MI HIJO!- grito la mujer.- y espero en algún momento, que ese esperpento de niño, desaparezca para siempre de mi vista... de todas las cosas que yo he creado hermosamente, este, no es nada para mi. No es mi hijo.

El niño de repente dejo de llorar. Goofy intento taparle los oídos, mientras veía con enojo como aquella mujer ahora sin corazón, se subía a la carroza y cerraba la puerta.

- Si te vaz... entonces... no quiero verte jamas...

- Que así sea... goofy goof...

La carroza parte rumbo al horizonte. Goofy no tiene otra opción mas que abrazar a su hijo, miraba la dirección ha donde la carroza había partido, su corazón se rompió en ese mismo momento, dejo de llorar, mientras soltaba un pequeño juguete de un oso y rodaba hacia el suelo... sentía que su corazón y su alma, se quebraban en miles de fragmentos...

- Cuando ella se fue... creí que todo había sido por mi culpa... creí que yo, era la causa de que ella se fuera... sentía que yo, era un esperpento, y que no merecía amar a nadie... y que nadie me amara... mi corazón... lo asesino mi madre, ese mismo día...

- Yo, Maximiliano Goof, desde lo mas profundo de mi corazón. He decidido que quiero que tu y yo, estemos juntos por siempre. He decidió que quiero formar parte de tu vida, y espero tu de la mía, por favor. Acepta este corazón y este sentimiento que te doy.- el rostro de aquella niña estaba completamente sonrojado, mientras veía a un pequeño max, apenado, abrir su corazón - tu seras la elegida para que nosotros estemos por siempre juntos en el altar en todo momento.

El pequeño max, estaba asustado, no sabia que esperar ante aquella revelación. Era un niño de doce años apenas. Pero en realidad quería estar a lado de aquella mujer... al menos eso quería en ese momento.

- ¡Claro max... acepto!.- decía la niña, quien sonrió tímidamente, mientras max le abrazaba y la elevaba por los aires. - te prometo que seré un gran caballero, así podrás estar orgullosa de mi Roxane!

Sin embargo, días después de aquella revelación, aquella niña se fue sin dejar rastro alguno. P.J y Bob, dos amigos, que estaban con el, veían con tristeza como max estaba llorando en su cama...

- lo siento viejo- decía P.J- pero no te preocupes... hay muchas chicas en todos lados... hay muchos peces en el mar...

- No como ella- decía max tristemente- crei que por lo menos, podría ser amado por lo menos por una mujer... pero me equivoque...NADIE PODRÁ AMARME... MI DESTINO ES ESTAR SOLO POR SIEMPRE!

Las lagrimas de max, cubrían por completo sus guantes que comenzaban a mojarse, max lloraba tristemente por lo que acababa de pasar, mientras afuera de su puerta, su padre miraba con tristeza aquel pequeño niño que había criado por mucho tiempo...

EL HEREDERO Versión antigua.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora