Te Encontré Y No Voy A Perderte {Camus X Milo}

Conociendote

En alguna parte del pueblo.

Un joven doncel caminaba por las calles del pueblo saludando a todas las personas que veía a su pasó conocia a todo él mundo y era amigo de todos y la verdad siempre le entretenía hablar con las personas para que se sintieran super bien.

Milo: Hola señor Dante... - dijo parando en frente de un puesto de verduras.

Dante: Hola Milo, en que puedo ayudarte hoy nene... - pregunto con curiosidad.

Milo: me an enviado por esto - dijo dándole la pequeña lista.

Dante: muy bien espera un poco ahora te preparo todo... - dijo sonriendo.

Milo: muy bien - respondió el gesto.

Después de que él señor le pusiera todo en una canasta y se las diera él pagó en las afueras de pueblo había un gran castillo, le era bastante curioso y le daban muchas ganas de ir a curiosear por allí pero sus padres le dijeron que nunca debía pasar por ahí, así cómo tampoco acercarse a ese lugar y al bosque por suerte para todos los pueblos vecinos tenían caminos pero ninguno cruzaba él bendito bosque él cuál cuyo destino era él castillo, suspiró y mejor decidió seguir entre tanto y tanto empezó a ver un montón de rostros diferentes, lo curioso era que todos ellos vestían de negro ¿qué iban a un funeral? No sólo él veía a estas personas muchos más los veían y escucho a alguien decir.

Xx: por fin veo que aparecieron los dueños del Castillo- dijo el hombre.

Milo un poco más curioso vio a todos, pero vio a alguien que logró llamar su atención y era a un hombre pelirrojo sus ojos también de un color Rubí y su piel tan blanca cómo la nieve siendo rodeado por un montón de gente más otros dos hombres estaban a su lado uno era de cabello rubio y él otro den cabello negro, de un momento a otro sintió cómo lo tomaron del brazo y lo alejaban de allí aunque sintió una mirada filosa sobre él.

Milo: ¿Quién...? ¿Señor Cardinale?...

Cardinale: Milo no deberías acercarte tanto a ellos...

Milo: Hm... ¿porqué lo Dice?.

Cardinale: por nada pequeño, por cierto... Deuteros te envía esto- dijo poniendo una pequeña cajita en sus manos.

Milo: dijeron que Deuteros está a punto de regresar ¿No?...

Cardinale: así dicen, pero hasta no ver no creer.

Milo: la tarea de cazador debe de ser muy dura verdad...

Cardinale: no tienes idea... por cierto, Aioria dijo que te esperaba en él lago.

Milo: Hm... no puedo ir... recuerde que hoy es luna llena y me prohíben salir de noche...

Cardinale: es cierto, bueno en ese caso enviaré a Min a decirle que no puedes...

Milo: Gracias adiós señor... - dijo mientras se iba.

Cardinale: una cosa más Milo - él mencionado se volteó - recuerdan que él viernes es luna roja. La noche de los monstruos así cómo también el día de los compromisos, asegúrate de escoger al correcto entre tus dos pretendientes.

Milo: Aioria sólo es un amigo para mi. En cuanto al señor Deuteros, bueno. ¿No creen que es demasiado viejo?

Cardinale: Pero es cazador, podría defenderte de cualquier bestia pero si no los quieres también están Caín y Abel ya viste que esos gemelitos también están locos por ti. Adiós...

Milo: hay ya parece Mí mamá... que parte de no quiero casarme no entienden... ¿Hm...? - otro hombre pelirrojo están del otro lado de la calle viéndolo. Se parecía al primero le dieron escalofríos y se fue.

Mientras él hombre sólo lo vio irse tiempo después apareció otro hombre uno rubio él cuál sólo tomó la mano del primero y se fueron.

En la noche.

Milo se encontraba lavando las verduras mientras que su madre, Mystoria se encontraba condimentando la carne.

Mystoria: así que eso te dijo... - respondió.

Milo: Hm... la verdad aún no quiero comprometerme ni tampoco me gusta ninguno de mis "pretendientes"....

Mystoria: sin duda alguna eres hijo de tú padre Milo. A Écarlet tampoco le agrada ninguno. Más Aioria.

Milo: ¿y quién dice que a mi me gusta?

Mystoria: tenía la ligera esperanza - dijo poniendo la carne en la olla.

Milo: ¿porque tanta manía en casarme?

Mystoria: es tradición hijo. Yo me case con tú padre a los dieciséis, tenía tu edad cuando me comprometí

Milo: Pero yo no quiero... - dijo con un puchero.

Mystoria: no estás obligado a hacerlo si no quieres. Eres libre de elegir él problema es él pueblo sabes lo conservadores que son respecto a sus tradiciones.

Milo: Hm...

Mystoria: ¿no tienes nada más que contarme?.

Milo: no nada....

Mystoria: bien, ve a cambiarte ponte algo más cómodo ¿Si?

Milo: - asintió se secó y fue a hacer lo pedido-

Mystoria: ya va siendo hora de que regrese Écarlet - dijo viendo el reloj para después terminar de hacer lo que hacía poner las verduras en la olla eh irse él también a cambiarse.

Después de la cena.

Milo se encontraba sentado en él techo de su casa viendo las estrellas, pensando en todo.

Milo: ¿un cazador?... puras tonterías. ¿que diablos caza? ¿fantasmas? Además... ¿la noche de los monstruos? Puro cuento chino. Hm... será posible que me escapé él viernes, ya sólo faltan dos días... además averiguaria porque tanto drama entre todo él pueblo y podría quitarles esas falsas ideas.

En otra parte.

Dos jóvenes se encontraban caminando.

Shoko: juro que si no cómo nada me muero...

Kyoko: ya no seas llorona Shoko, muy pronto llegaremos a casa...

Shoko: sigo pensando que no deberíamos estar aquí tan de noche.

Kyoko: ¿a que le tienes miedo?, ¿de qué te salga un Vampiro?...

Shoko: sabes perfectamente que papá nos prohibió hablar de ellos...

Kyoko: ¿Qué Bueno?... ¡¿ALGUIEN QUIERE VENIR A CHUPARME LA SANGRE? VENGAN POR MIII! - gritó a los cuatro vientos descubriendo su cuello.

Shoko: Kyoko ya cállate...

Kyoko: vamos son mentiras de los adultos para mantenernos callados a nosotros los jóvenes...

Xx: Yo no diría eso... - susurró mientras desde las tinieblas iba apareciendo.

Kyoko: mira que hermoso hombre... - dijo hipnotizada.

Shoko: ¡Hermana!

Xx: mi nombre es Saga, hermosa señorita... - dijo haciendo reverencia.

Kyoko: además educado, es perfecto... - dijo mientras que se iba acercando cautivada por aquellos hermosos ojos azules...

Shoko: Hermana no vayas... - cuando trató de detenerla sintió que la tomaron del brazo mientras la abrazaban por la espalda, estaba muerta de pánico.

Kanón: no se preocupen... las cuidaremos... muy bien... ¿verdad Saga? - la pequeña doncella hipnotizada había llegado a sus brazos...

Saga: La cena está servida Kanón... - dijo enseñando sus filosos colmillos para después sólo escuchar el gritó ahogado de una de las víctimas.

Continuará...