Miércoles,13 de Octubre 2021

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19:52 

Al fin he podido parar un poco a escribir, con la excusa de mirar a hablantes japoneses para practicar antes del examen oficial que tengo a principios de Diciembre y que no me apetece nada suspender de nuevo.

Ahora mismo me encuentro en la terraza del piso, con unas vistas magníficas del pueblo por las luces mientras finaliza el ocaso; y la gente empieza a salir arreglada para salir para el festival de cine que se celebra estos días.      

Junto con una buena temperatura, algo de picar, y el sonido de las olas del mar, se hace muy agradable este pequeño momento; además de que me suelto más al escribir. 

Mi madre ha quedado con una vecina del barrio que al parecer son nuevas amigas ya que le ha invitado a una de las películas de miedo que se programan, y aun que mi madre solo acepte por una buena compañía ya que odia las películas de terror (a veces me pregunto si tiene una pequeña rama de bisexual).

Es broma, lo más probable es la necesidad de caer bien y de hacer cosas por los demás que no nos gusta hacer por conseguir la aprobación de estos.



Hoy simplemente fui a la residencia, que mi madre tuvo que llevarme de nuevo porque no llegaba a la estación a tiempo a causa de una pequeña nota que quería dedicarle a mi maestro de un detalle que quería darle pero por desgracia estaría trabajando; así que me adelanté  y lo escribí en mi cuarto para que sea más íntimo y que fluya mejor lo que quiero expresar.

Me cambié y subí a estar con el grupo de siempre. Lo que ya había pensado antes, y lo que me va a doler, es que son adorables y de alguna manera, los quiero mucho.        Al final de la dinámica, pregunté a la jefa (que es también amiga y vecina) si podría darle algún detalle para Ángel, uno de los residentes que ayer fue su cumpleaños y que no estuve por ser festivo.       Al final me dio una charla sobre que no tenia que implicarme emocionalmente (algo que para mi se me hace totalmente imposible) y que iría aprendiendo a base de hostias y que por ende, no le regalara nada. 

Es verdad que no podría hacerlo por mi salud mental, pero son sus últimos momentos y solo anhelan amor y atención, que creo que es un principio de los derechos que tenemos. Si no pueden ver a su familia, que al menos se sientan bien donde están.

Al terminar la charla en su despacho, me despedí y bajé las escaleras para comer deprisa antes de que perdiera el tren para volver a mi pueblo ya que tenía cita junto con mi madre a una terapia; que increíblemente mi madre llegó a tiempo.

A pesar que fue dura por parte de mi madre que no aceptase lo mal que hace las cosas, increíblemente la psicóloga maneja la situación muy habilidosamente y nos fuimos de las sesión sin después malos rollos entre nosotras, aun que quizá no dure mucho.   Seguramente después de unos 2, 3 días, pueda pasar alguna discusión fuerte y recordarme, que no puedo apoyarme en mi madre.

A que a eso me recuerda que no me ha dado cita con Luz, quien hace la terapia física conmigo.

Ya está, enviado.

Al salir, fuimos a una cafetería a tomar un té y digerir mejor lo que habíamos o había confesado en la sesión . Compramos algunas cosas que nos hacían falta en el supermercado y de ahí me subí al bus para ir al pueblo del al lado, que tenía hora para hacer rehabilitación y darle a mi maestro lo que le compré hace días junto con la carta perfumada y unos caramelos que nos encantan. 

Además con encontrarme con un nuevo integrante del club de rehabilitación y que me duela la espalda excesivamente por cargar varios libros de texto que me prometí leer y que nunca lo hago, nada nuevo hasta ahora.




Ya son las 20:25 y hace algo más de fresco, pero con la chaqueta de lana que me dio el chico del tren, estoy bien.   Lo del chico del tren ya lo contaré en otro momento, aun que sólo quiero volver a verlo me volveré al final loca si no lo encuentro. Lo que hizo fue un detallazo. O puede que exagere las cosas porque soy demasiado intensa. De cualquier forma, me hizo sentir muy bien. Espero volverlo a ver, si es que es una persona buena o indicada para mí. Por lo menos quiero mantener ese recuerdo tan bonito que me ha dejado huella.

"Etapas de una adolescente"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora