Sábado, 16 de Octubre 2021

9 0 0
                                    


21:29

Vale, ¿qué coño está pasando?

Eso me pregunto yo siempre; queriendo ser protagonista que una película romántica y preciosa; en dónde quiero conectar con alguien sumamente especial; de una forma que en realidad casi nadie entiende, un calor que te acoge y te aguarda pero es intenso y fuerte al mismo tiempo; cual a muchas personas llamaríamos "el amor verdadero". Y sólo de pensar que estaría por ahí, en algún rincón del mundo y nos encontraremos en algún momento de nuestra vida, o que piensa en mí o si miramos a la vez el cielo pensando uno el otro sin conocernos o si nos dimos una simple mirada sin saber quién somos; se me pone la piel de gallina. Aún que muchas veces no me creo que exista, siempre mantengo la esperanza.

Hasta entonces, tengo que hacer la tapadera de "bad bitch".

Y digo de "tengo que hacer" por que no sé serlo, ya lo intento ,pero supongo que será un proceso. Que se me hace imposible cerrar mi corazón y siempre me creo que podría ser él...una muy mala idea.

¿A qué viene todo esto? Ahora os lo explico:

Como ya os he dicho, siempre me lo creo todo además que tengo problemas con mis sentimientos al igual que la mayoría de adolescentes, pero que mis amigos no parecen que lo tengan.

Desde que mi amigo, el que mencioné en el primer apartado, que de alguna manera me impulsó a hacer esta locura, intento mantenerme concentrada en mí mismo y centrarme en que, en todos los hombres con los que he estado, son una autentica basura que solo querían algo totalmente carnal de usar y tirar, creyéndote que eres importante, pero solo te quieren por tu cuerpo o utilizan tus sueños en excusa de sus deseos.

Con la base de que me creo cualquier cosa y mis sentimientos son un caos, da una sensación falsa de desesperación que hasta yo creía, pero ahora escribiendo, me doy cuenta que es por la mala educación salud-mental que me dio mi madre junto con mis fantasías más profundas.

Ayer, cuando dejé de escribir, me fui corriendo hacia el bus que pensaba que llegaba tarde a la rehabilitación que al final llegué a tiempo.

Me pusieron la máquina en la rodilla mientras chateaba por el móvil por una de las múltiples aplicaciones que hay para hablar o practicar idiomas con extranjeros que en realidad sólo buscan mojar el churro.         Y aún que iba a ir a una quedada para charlar que encontré en Facebook y me daba la sensación de que no iba a ir nadie, le invité al desconocido de que viniera, sólo, sólo; no os asustéis, por que la quedada era en un bar concurrido y necesito practicar el japonés urgentemente. Y aún que no pudo quedar porque trabajaba, fui a la cuidad indiferentemente.

Al llegar y dar una vuelta en las grandiosas tiendas que exponían con el lucro de ganar millones, me disponía a pasar un pequeño rato ya que faltaba algún que otro rato para que empezara. Pese a que no decía muy claro a qué hora empezaba, por los múltiples grupos, unos decían a las 20:15/21:15 que era para japonés y otros idiomas y otro que era de 21:30/22:30 exclusivamente para coreano.    

Con el temor que sólo hubieran ancianos y no saber qué decir; seguía en la cuidad mirando sobretodo libros, y dispuesta a ir entremedio de las dos horas para saber si había alguien con quién pudiera aprovechar sus conocimientos de su idioma nativo.

Al llegar al bar, un bar algo destartalado, enseguida me acogió la que pareció ser una dependienta del mismo; diciéndome que llegarán enseguida y si quería tomar algo. 

Me senté en una de las mesas  que habían en el interior, al lado de que parecía más joven y con rasgos asiáticos. 

Nos llevamos bien enseguida y a pesar que sólo llevaba un mes en el país, nos comunicábamos con un español muy bueno y con su ligero acento chino.

"Etapas de una adolescente"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora