Capítulo 4

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─ ¿Pequeña? ─ sus palabras me recuerdan a mi papá.

─ Sí.

─ ¿Por qué todos me llaman pequeña?

─ Porque eres adorable.

─ ¿Adorable? ─ me río.

─ Deja así

─ Tan bobo.

─ ¡Escalera! ─ oigo como se cierra una puerta y como dejamos atrás todo el ruido de la ciudad.

─ ¿Dónde estamos? ─ intento quitarme la venda pero rápidamente él me agarra la muñeca.

─ Ya casi llegamos ─ siento unos brazos que me agarran.

─ ¡Suéltame! ¡Luke! ¡Suéltame! ─ empieza a reírse fuerte - ¡Déjame! ¡Idiota!

─ ¿Me llamaste idiota? ¿Quieres ver como te rapto de verdad? ─ empieza a correr conmigo en sus brazos. Enrojezco al notar sus pectorales marcados y su calor corporal.

─ ¡Vamos a caer! ¡Suéltame! ¡Te vas a enterar!

─ ¡Ya llegamos!

Me deja delicadamente en el suelo, poco a poco me quita el pañuelo y logro ver de nuevo.

─ ¡Bienvenida a la Ópera de Sydney! ─ me sobresalto al ver la perspectiva del escenario que tengo ante mí ─ ¿Es impresionante verdad? ─ lo contemplo y me fijo en sus ojos, son preciosos, los azules se mezclan con su pupila y crean una harmonía que me encanta.

- ¡Sí! ─ es hermoso, majestuoso, es increíble...

─ ¿Ya que te e traído aquí porque no me cantas? ─ el corazón se me acelera, puedo parecer muy extrovertida pero los escenarios siempre me han dado temor ─ ¡Venga! Solo estamos tu y yo, muero por oír tu voz.

─ Bueno... ─ respondo sin pensar cautivada por la emoción que me
invade este lugar.

**

─ Tú misma ─ le hago un gesto animándola.

Me siento en el suelo y agarro mis piernas. Ella me mira y la noto nerviosa.

"I wanna sing
I wanna shout

I wanna scream till
the words dry out

So put it in all of the
papers, I'm not
afraid.

They can read all
about it, read all about it

Oh oh oh
Oh oh oh
oh ooooh

Oh oh oh
Oh oh oh
oh ooooh"

Canta hermoso, su voz es suave y potente, todo mi cuerpo se ha erizado al oír la primera sílaba que ha entonado.

Empiezo a aplaudirla y ella me mira algo tímida.

─ Cantas hermoso... ─ sus mejillas enrojecen.

─ Gracias ─ me sonríe ─ ¿Como lo has conseguido?

─ ¿A que te refieres?

─ ¿Como has podido llevarme aquí?

─ Tengo contactos ─ le guiño el ojo y sonríe. Se sienta a mi lado y se apoya en mi brazo ─ ¿Ya estás cansada?

─ ¡Ah! No, no... fue un acto reflejo ─ se mueve rápidamente.

─ Tranquila ─ estiro mi brazo y la acerco a mi.

**

El silencio nos invade, es una situación incomoda. Él me agarra con su brazo. Nunca había estado tanto tiempo con un chico exceptuando a mi primo, con el que sí he pasado más vivencias.
Siempre quise tener un novio como en las películas. Recuerdo cuando los fines de semana me ponía a verlas con mi mamá, los protagonistas siempre vivían increíbles aventuras amorosas y todo era de color rosa. La realidad es que todos los chicos con los que me he hablado tenían un objetivo desde el principio y a mi eso no me agrada para nada.

─ ¿Así que Emeli Sandé?

─ Me agradan algunas canciones.

─ ¡A mi también! ¿Qué tipo de música escuchas?

─ Adivina ─ lo miro divertida, es muy gracioso mientras habla.

─ Mmmh ─ se toca la barbilla haciendo ver que piensa y no puedo evitar reír - ¿Pop?

─ Bingo, la mayor parte y tú?

─ Adivina ─ intenta imitarme exageradamente y vuelvo a reírme como una auténtica idiota.

─ No sé...

─ ¡Rock! ¿Acaso no se me nota? ─ arquea su ceja y me mira sarcástico.

─ Contando que solo te conozco de hace dos días y que ambos has llevado camisetas de grupos, puedo intuirlo.

─ ¡Ostras! ¿Eres lista eh? ─ se peina el cabello y aprovecho para observarlo. No se le ve un mal chico, me gusta que tenga carácter como yo y las disputas que creamos me divierten.

─ Idiota.

─ No deberías haber dicho eso... ─ me mira de reojo y veo como susurra algo. De pronto empieza a hacerme cosquillas y no puedo evitar gritar.

─ ¡Déjame! ─ veo su celular en su bolsillo, lo cojo sin dudar y empiezo a correr no sin antes sacarle la lengua como la auténtica cría que soy.

─ ¡Serás!

Él empieza a perseguirme y yo no puedo evitar reírme y gritar como si se tratará de un juego como cuando iba al Kínder.
¿Quién me iba a decir que en menos de dos días pasaría de estar en un hospital a correr por uno de los edificios mas emblemáticos de Sidney?

─ ¡Niños! ─ ambos nos giramos y vemos a un guardia de seguridad en la puerta de entrada al escenario.

─ ¡Mierda! ─ sin poder reaccionar Luke me coge la mano y empieza a correr estirándome ─ ¡Corre!

─ ¡Paren! ─ el hombre empieza a gritar pero no logro traducir que está insinuando.

─ ¿Qué está pasando? ¡Luke!

─ Disfruta del momento, pocas veces uno vive en directo una persecución ─ lo miro y no puedo evitar reírme de nuevo, es tan gracioso siempre ─ ¡Por aquí!

Corremos hasta llegar a una puerta de salida de emergencias, el guardia se encuentra bastante lejos y puedo recuperar el aliento de nuevo.

─ ¿Es esto normal?

─ Teóricamente es algo que acostumbra a pasar cada "x" segundos en una parte del mundo y casualmente nosotros nos hemos llevado el premio.

─ Ah claro, crees que correr como una loca por aquí mientras un hombre nos persigue es un supuesto premio...

─ Por eso mismo deberíamos ir lejos para que no haya más por hoy.

Seguimos caminando y parece que ya no nos sigue.

─ ¿Tampoco ha sido aburrido no?

─ No, tranquilo... He tenido tanto a hacer que no e tenido que aburrirme.

─ Siempre tan simpática.

─ Of course.

Es extraño pero por primera vez en mucho tiempo soy feliz, probablemente es el tipo de amigo que necesito en mi vida.

─ Mierda...

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Nota de la autora:

Lamento haberme demorado pero estuve de viaje y he tenido muchísimos exámenes. A partir de ahora vuelvo con el capítulo semanal.

Os amo.

221Besos

AmnesiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora