Celestine Wilson es una enfermera que trabaja en la clínica de Denver, Colorado.
Un día, por los pasillos de aquella clínica entra alguien en una camilla en estado critico; había pasado un incendio en los bosques cerca de una carretera y había solo...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La lluvia caía con intensidad, lamentablemente hoy era mi descanso y me había tocado estar en casa.
Estaba sentada en mi pequeño sillón que estaba frente a mi televisor mientras leía las facturas, no tenia nada mejor que hacer. El programa que me encontraba viendo eran las noticias del canal 5, hablaban sobre uno de los incendios recientes en donde vivía, Denver.
Tres hectáreas de bosque se perdieron, algo lamentable pero no podía sacar de mi cabeza la idea de que había sido provocado. Deje las facturas en la mesita que estaba frente a mi y me pare del sillón para dirigirme a mi cuarto para cambiarme, decidi ir al pequeño supermercado que se encontraba al otro lado de la calle.
Me puse un suéter, unos jeans y unas botas cafés, até mi cabello rubio en una coleta; tome mi paraguas y salí de mi departamento. Me pregunte que podría estar haciendo Toby en este momento y recordé que no tenia su numero, jamás encontraba la oportunidad para pedírselo.
Al salir de mi departamento me encontré con la señora Mayfair, una mujer de la tercera edad que vivía en un piso arriba mío, la salude amablemente como siempre y ella siguió su camino. Abrí mi paraguas y comencé a caminar en dirección a la tienda. Al llegar a la tienda guarde mi paraguas y comencé a buscar lo que necesitaba como sopas instantáneas, fruta y algunas cosas que se me habían antojado.
Al regresar a mi departamento llegue a la recepción para ver si había recibido algo en mi correo, el señor Frederic que trabajaba en la recepción me saludo aunque traía un semblante algo serio que no era muy habitual en el -Hola señorita Wilson ¿Si se entero de lo que le paso a la señora Mayfair?- yo algo extrañada ladee la cabeza pues hace unos minutos la había visto entrar al edificio -No ¿Qué le paso?- pregunte a lo que el señor Frederic se tardo unos segundos en contestar -Falleció anoche...parece que alguien entro a su departamento y la asfixio-.
Mi rostro se puso pálido -¿En serio?-. ¿Cómo era eso posible? literalmente acababa de verla y la salude, no le había notado nada raro. Deje escapar un suspiro pesado -Buenas noches, señor Frederic- me despedí para comenzar a caminar hacia mi departamento. Al llegar a mi departamento vi a alguien parado frente a la puerta, Era Tobías, el noto que ya había llegado así que se giro lentamente.
-Tobías ¿Qué haces aquí?- le pregunte mientras me acercaba, parecía ebrio, sus mejillas estaban ligeramente rojas y parecía que se tambaleaba un poco. Se acerco rápidamente y me abrazo.
Estaba algo sorprendida, esto apoyaba mi teoría de que Tobías estaba ebrio -Estas ebrio...pasa- dije para separarme de el, aunque el seguía tomando mi mano, abrí la puerta de mi departamento y deje las cosas que compre en la cocina; Ayude a Tobías a sentarse en el sofá, una vez que el se sentó tiro con fuerza de mi mano haciendo que cayera en el sofá junto a el.
La mirada vacía de Tobías estaba sobre la mía, aquellos ojos marrones intensos, me daban la sensación de ser protegida. Tobías acerco sus labios a los míos y me beso. Con el paso del tiempo durante el beso, se volvía más agresivo y con confianza, de cierta forma lo comenzaba a disfrutar. Nos separamos del beso y Tobías me cargo llevándome a mi habitación.
Me dejo sobre mi cama y se dirigió a cerrar las cortinas...
A la mañana siguiente, amanecí en mi cama a lado de Tobías, mi cabeza y manos estaban sobre su pecho. Suspire de forma pesada, debería ir a la farmacia a comprar una píldora o incluso ir a ver a un ginecólogo. Recuerdos vagos sobre anoche venían a mi mente, haciendo que mi rostro se hiciera algo rojo. Mis caderas dolían, así que me costaría un poco pararme de la cama, cuando intente pararme de la cama algo me detuvo, era Tobías que tomaba mi mano, me miraba con seriedad -¿A donde vas?- pregunto para sentarse atrás mío, recargando su mentón sobre mi hombro y poner sus manos sobre mi cintura -Voy a darme un baño y a la farmacia- le dije, a lo que se separo -esta bien, te acompaño...- dijo para separarse, su voz se escuchaba ronca. Me pare de la cama con algo de dificultad, Tobías lo noto así que se acerco -te ayudare a darte un baño...tu me ayudaste a bañarme en el hospital, ahora me toca a mi- dijo, pensé que lo decía por hacer una buena acción, pero me di cuenta que había algo de maldad y burla en el tono en el que lo dijo, creo que me volverán a doler las piernas...
