Celestine Wilson es una enfermera que trabaja en la clínica de Denver, Colorado.
Un día, por los pasillos de aquella clínica entra alguien en una camilla en estado critico; había pasado un incendio en los bosques cerca de una carretera y había solo...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Ahí estaba de nuevo, en el hospital, dirigiéndome a la habitación de mi paciente, Toby.
Una vez que entré, me encontré con el chico en la cama, al parecer estaba dormido y murmuraba cosas como "operador", "bosque", "fuego" y "Lyra".
Lo último que dijo me llamo la atención pues probablemente podía ser un familiar, y ese tipo de información le serviría a los agentes que están investigando su caso. Si, unos días después de que Toby fuera internado llegaron unos agentes del FBI para hacerle unas preguntas sobre lo que paso en ese incendio pero el simplemente dijo que no recordaba nada, ni siquiera como llego ahí, los agentes no conformes con eso dijeron que lo volverían a visitar mañana.
Y es hoy; cualquier persona estaría nerviosa pero Toby no, incluso está durmiendo, es algo raro. Un quejido salió de su boca creó que había despertado, me acerqué a su cama y efectivamente, ya había abierto sus grandes ojos marrones.
—Hola, ¿dormiste bien?— lo saludé mientras le sonreía.
—¿Porqué ayer no viniste?— me preguntó, como si estuviera molesto.
—Bueno... Yo también necesito a veces de un descanso ¿sabes?—.
—No me importa...no quiero que te vayas—.
Parecía que hablaba como si aun estuviera un poco dormido, dándole un toque de ternura tan puro... parecido al de un niño pequeño.
—Esta bien...— dije mientras acariciaba su cabello.
Sentí la mano del chico tomar mi brazo, se había vuelto a dormir o eso parecía.
—Cuando esto termine... Sal conmigo— dijo balbuceando, la mire sorprendida pero me dio demasiada ternura.
Reí levemente —Esta bien...saldré contigo—.
Se formo una sonrisa de satisfacción en el rostro del chico, eso lo hizo ver aun más tierno.
—Que lindo...— pensé y seguí acariciando su cabello, esperando que no se enojará.
