Celestine Wilson es una enfermera que trabaja en la clínica de Denver, Colorado.
Un día, por los pasillos de aquella clínica entra alguien en una camilla en estado critico; había pasado un incendio en los bosques cerca de una carretera y había solo...
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Hoy tenía mi día libre así que decidí hacer un poco de despensa para tener algo de comida y otras cosas en el refrigerador.
Una vez en el supermercado, estaba en la sección de frutas y mi carrito chocó contra el carrito de alguien más, esa persona me miró de una manera tan desagradable que me helo la sangre; era una mujer de cabello negro y penetrantes ojos azules, llevaba una sudadera blanca con un pantalón de mezclilla y tennis negros.
—Ten más cuidado ¿quieres?— dijo con una voz demasiado ronca.
Yo asentí, casi estaba temblando pues hasta cierto punto pensé que me podría asaltar.
Ella tomo la fruta que quería y se alejó con su carrito, yo con manos temblorosas tomé las fresas pero aun sentía una mirada penetrante sobre mi entonces volteé y me encontré con el tipo de la sudadera amarilla que estaba en el hospital junto con el de camisa a cuadros que ahora portaba una chamarra color caqui.
—Buenas tardes... qué casualidad que la encontremos aquí— habló el de chamarra color caqui.
—Si... Buenas tardes— en ese saludo, me tome el tiempo de verlos con más detenimiento, el de la sudadera amarilla tenía el cabello café mucho más claro que el de la chamarra y era un poco más bajo, con unos penetrantes ojos azules; por otro lado, el de la chamarra tenía cabello color café demasiado oscuro casi negro y una muy pequeña barba, con ojos marrón oscuro.
—Disculpe, le queríamos comentar algo...— habló el de la sudadera pero fue interrumpido por el de la chamarra.
—Olvidamos presentarnos...pensará que le queremos hacer algo— le recordó el de la chamarra caqui al de la sudadera.
—Cierto, perdone por no presentarnos antes, yo soy Brian y el es mi amigo Tim— me dijo señalando a su amigo.
—Mucho gusto, soy Celestine— les respondí sonriendoles.
—Mucho gusto— dijo Tim.
—Oh, casi lo olvido...— Brian se dio un ligero golpe en la cabeza —Nuestro amigo, Toby...preguntó mucho por usted—.
—¿Ah si?— respondí un tanto curiosa.
—Si... Se enojó bastante al no verla ahí y en cambió no dejo que la otra enfermera lo atendiera— dijo Tim levemente avergonzado.
—Oh... Ya veo— reí levemente, unos segundos incómodos pasaron así que ellos se despidieron y se fueron. Yo termine de comprar mis cosas y regrese a casa, totalmente agotada por cargar las bolsas.
Al final termine de guardar mi despensa y me fui a dormir.
