Capítulo 02

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Seúl, Corea del Sur.
Actualidad.

Yeji.

—!¿Un bebé?!

Lia tenía que estar jodidamente loca. No, jodidamente loca no. ¡Demente! sí, eso es lo que era. ¿De dónde había sacado esa idea tan estúpida?

Yo lo sabía. Lo supe desde la noche que la conocí en la comisaría, Jisoo estaba mal de la cabeza, y hoy lo estaba confirmando. En los años de amistad que llevamos ha dicho y hecho cosas estúpidas, pero no a tal grado de decir que quería un hijo.

Tenía que ser broma, y una de muy mal gusto.

—Sí, ¿por qué te sorprende tanto? Tú más que nadie sabe cuánto amo a los niños, me conoces mejor que nadie, Yeji. ¡Hasta me dedico a ellos! —entonces iba enserio.

—Jisu, no, una cosa es trabajar con niños, tenerlos sólo seis horas contigo, darles un pequeño desayuno y almuerzo para qué después de esas seis horas sus padres vayan por ellos. ¿Sabes cuánto trabajo y responsabilidad requiere la crianza de un hijo?—cuestiono—. Ya no sólo lo vas a tener unas seis horas, serán veinticuatro. ¡Y por toda tu vida!

—Yeji, yo sé lo que quiero. Tengo 24, ya estoy bastante grande para saber qué es lo que esta bien o mal para mi, y esto, es un ejemplo de las cosas de que, estoy segura, son muy buenas —no Jisoo, no. Esa cara por favor no. Su labio rosado inferior sobresalía, tenía la mirada cristaliza y me veía fijamente, ella sabía que conseguía lo que quisiera con esa maldita cara. Pero no, esta vez era la excepción.

—Ni lo intentes, Choi. Esta vez no —no era no—. Por lo mismo que tienes 24 deberías pensar mejor las cosas, todavía tienes más tiempo de espera.

¿De dónde pensaba sacar a ese bebé que tanto quería? Hace unas dos semanas que no hablábamos por el trabajo y falta de tiempo, hasta donde recuerdo, Jisu no tenía pareja, o tan siquiera salía con alguien. ¿Adoptaría?

Cuando me llamó para venir aquí, me dijo que tenía algo que decirme y necesitaba mi opinión. Se supone que me diría algo como: "Yeji, compraré nuevos sillones. ¿Qué dices?, tal vez negros para que combinen con la mesita de centro", después de eso ver unos cuantos capítulos de Skins en Netflix, comer un poco de pizza y beber algo de refresco hasta que sea demasiado tarde y llegue la hora de irme.

—¿Al menos ya has pensado como se supone qué lo tendrás? Tu sabes... Los "medios" —hice comillas con mis dedos. Ojalá no me salga con otra estupidez.

—Primero pensé en adoptar, pero no, tal vez suene egoísta pero no es lo mismo, quiero que el bebé sea mío, que esté dentro de mi —Dios, si que se veía ilusionada. Me gustaba la alegría que le causaba el hablar de este tema, su sonrisa era diferente al igual que el brillo de sus ojos—. Hice una lista de opciones... Ten.

Sacó una hoja doblada y escrita del bolsillo trasero de sus vaqueros (que no es por nada, pero se veían increíble en ellos). Deshice los varios dobleces mal hechos que tenía y, oh, en verdad había hecho una lista. Ocho años de conocerla y aún me seguía sorprendiendo.

Seguidamente leí el contenido. El banco de esperma era algo aceptable al igual que la adopción, que era la segunda opción pero arriba de la palabra estaban unas líneas indicando que aquella estaba descartada. La tercera opción excedía los límites, era absurda, ¿un polvo? No, eso era muy riesgoso, podría contraer cualquier enfermedad por medio de ese método, además de que, en estos tiempos nadie tenía un polvo con protección. Por el amor de Dios, estamos en el siglo XXI.

Ahora me encontraba riendo de su dichosa lista de opciones. Ella tenía el control remoto de la televisión en la mano y jugaba con los botones de éste. Conocía todos sus movimientos. Estaba nerviosa, yo estaba causando esos nervios y no de la manera buena. Sé que estoy mal en reírme, sé que no lo debería estar haciendo, pero es inevitable.

Babies for Jisu | YejisuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora