Nota: Este capítulo contiene escenas sexuales entre dos hombres, se recomienda discreción.
La canción de arriba entra cuando salgan esto 🚩
«Yo soy el alfa y el omega, soy primero y el último, soy principio y el fin»
Ambos estamos frente a frente, sin quitarnos la mirada ni darnos por vencidos.
-¿De que hablas Magnus? – expresa a la defensiva.
-De tu teatrito, Denavritz -dicto mientras me voy acercando más y más a él mientras lo acorralo en la puerta del despacho.
-No se de que me hablas -contesta mirando hacia otro lado, ignorando mi cercanía a él.
-No quieras ocultarlo, lo escuché todo -susurro en su oído, haciendo que este se estremezca.
-¿Escuchar qué? – cuestiona sin mirarme a la cara, pero puedo observar perfectamente sus pómulos sonrojados.
Sonrió al ver lo que le ocasionó al Rey de Mishnock con solo unas palabras.
Me acercó lo suficiente para volver a susurrarle muy cerca al oído.
-De que eres un omega, Denavritz.
Esté al escuchar mi respuesta gira su cabeza ocasionando qué nuestras narices se rocen.
Al sentir la acción Denavritz me aleja de él en un solo movimiento.
-Jajaja parece ser que al rey Lacrontte no le enseñaron a no escuchar conversaciones ajenas- pronuncia mientras sonríe falsamente hacia mi.
-Bueno… tu padre tuvo algo que ver en mi enseñanza -sentenció frío.
Denavritz vuelve recomponerse, para después mirarme con ojos firmes.
-¿Y? ¿Qué piensas hacer con esa información? – cuestiona mientras se acerca ahora a mí- No te sirve de mucho Magnus, soy alguien insignificante- se detiene a 2 pasos de mi.
-Bueno en algo estamos de acuerdo.
Nos quedamos en silencio mirándonos, es cierto lo que dice, tener esta información no me sirve de mucho hablando estratégicamente.
Pero eso no significa que no me pueda divertir.
Centro mi atención en él puedo notar que esta sudando en frío, tiene la vista perdida y esta soltando quejidos.
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El Juego Prohibido del Rey
FanficSolía pensar que el amor era el sentimiento más hermoso que podría existir. -Stefan eres la pieza que faltaba en mi podrido corazón y por eso te amo.... Qué era tan fuerte qué podría vencer hasta al más temible de los villanos. -El cielo es sempit...