Extra II (cita)

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Dahlia llevaba pensando en este día por mucho tiempo.

No llevaba mucho desde que ella y Daphne habían empezado su relación, y se había dado cuenta de que jamás tuvieron una cita formal.

Si bien empezaba a notar que Daphne se acostumbraba más a su nuevo tipo de convivencia, seguía claramente nerviosa cuando estaban solas, y no podía culparla, aunque siempre tenía ganas de abrazarla y tenerla solo para ella, la mayor parte del tiempo no entendía cómo actuar o qué rumbo tomar.

Así que decidió tener una cita, algo que las parejas normales harían, comer algo delicioso, pasear por la ciudad, ir al cine, ese tipo de cosas.

Daphne aceptó felizmente y fijaron un día.

Dahlia había planificado de forma minuciosa algunas cosas así como algunos lugares para visitar, estaba bastante emocionada de que estarían juntas desde la mañana hasta el final del día, solo ellas dos, por lo que casi no pudo dormir por la emoción y las ansias.

Cuando la mañana llegó, se levantó temprano, había preparado todo con total antelación; para que ni el más mínimo inconveniente saliese de su control. Su ropa estaba lista, el pronóstico decía que sería un día soleado y pacífico, había hecho reservación en un hermoso café, todo indicaba que sería el día ideal.

Apenas salió de su casa, un sentimiento de ansiedad la invadió, sin embargo, por primera vez decidió ignorarlo.

Apenas salió de su casa, un sentimiento de ansiedad la invadió, sin embargo, por primera vez decidió ignorarlo

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El primer inconveniente fue la velocidad del autobús donde iba Dahlia. Llevaba exactamente unos 45 minutos de retraso, más de lo que había calculado.

Daphne ya debería llevar un buen rato esperando, sin embargo había respondido a su mensaje de aviso con un simple "ok". Y aunque podría amar cada parte de la castaña, tenía que admitir que su falta de comunicación a veces le provocaba estrés.

En el autobús había un calor infernal, provocando que el cabello de Dahlia se alborotase más de lo normal, arruinando bastante lo pulcro que se veía ese día. Apenas y podía respirar de lo lleno que estaba, niños llorando, adolescentes que no dejaban de hablar, personas de negocios que debían estar asándose con sus trajes.

Ya estoy cerca, calma, calma, calma.

Al menos su ropa no estaba arruinada, la siguiente era su parada, si escapaba de ahí lo suficientemente rápido, y corría las cuadras necesarias, ya no haría esperar más a Daphne.

Apenas el autobús paró, salió como pudo estrujándose entre la gente. Fue liberador respirar el aire fresco, tomó una gran respiración, no había tiempo que perder, tomó rápidamente su celular y marcó al número más reciente, la calle estaba más llena de lo que había previsto, empezó a correr esquivando tanto como pudiese a las personas que pasaban a su lado. El teléfono dejó de dar tono y escuchó una voz al otro lado.

—¿H-hola?

—¡Daph! —no pudo evitar sonreír al escuchar su voz.

—Dahlia, ¿estás bien? se escucha mucho alboroto.

Gardenias (Girls love)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora