🦋 CUANDO LLEGA EL AMOR 🦋

CAPÍTULO 20.

"A veces el amor no precisamente dura años, para que luego de tanto tiempo te des cuenta que si lo era.
Sino que también en un cruce de miradas, abrazo o en un robo de sonrisas te das cuenta que es tu verdadero amor.
Un instante basto para que este amor durará para siempre.
Cuando les llego el amor no dejaron que nada ni nadie se interponga en su felicidad."

Al estar ya dentro del coche para seguir su larga noche de amor, Valentina no dejaba de pensar o al menos imaginarse que le esperaba con su gran amor.

Valentina: ¿A donde vamos?

Jose Miguel: Por favor, se paciente. Estamos a nada de llegar.

Valentina: Es que no aguanto, la intriga me esta matando.

Jose Miguel: Tranquila, disfruta del viaje y de la hermosa vista del cielo de la noche estrellada.

Ella lo miró pensativa, pero al fin y al cabo le hizo caso.
Le dedico una dulce sonrisa y se dedico a admirar la belleza del cielo de la noche.

Jose Miguel: Ya viste eso?

Valentina: ¿Que cosa?

Ella apartó su mirada de la ventana, para darle su absoluta atención a Jose Miguel.

Jose Miguel: Esto, mira.

El le señaló la hermosa estrella fugaz, seguido de la iluminación de aquel hermoso hotel en el cual estaba el final de su sorpresas.

Valentina: Ay que bonito, pidamos un deseo. ¿Que pedirías?

El la miró fijamente a los ojos y le sonríe.

Jose Miguel: El hecho de que seamos felices eternamente.

Al escuchar eso ella cerró sus ojos, seguido sonrió y tomó la mano de Jose Miguel para que su deseo se cumpliera.

Jose Miguel: Basta de deseos por ahora, te invito a que bajes conmigo y disfrutemos de este hermoso hotel.

Ella miró por la ventana y no era cualquier hotel, sino uno de esos que son un sueño, como los que aparecen en las películas románticas.
Ella seguía maravillada en la vista que tenía frente a sus ojos, en cambio Jose Miguel estacionó y bajo del vehículo para luego ayudarla a bajar como todo un príncipe.

Valentina: Muchas gracias galán, ¿pero que es este lugar y a que se debe tanta elegancia?

El la miró, le sonrió y le guiño el ojo, ella se puso nerviosa por aquel mirar tan misterio pero seductor a la vez.

Jose Miguel: Ya veras que te espera, primero que nada entremos de una vez.

Caminaron en dirección al hotel, entraron y era todo tan lujoso. Había una alfombra roja en la entrada que eso es de película.
Se dirigieron a la recepción y les atendió una bella dama, era alta, delgada, rubia de rizos y ojos color miel, era toda una diosa.
Pero a Jose Miguel no le dio importancia, por que su diosa estaba tomada de su brazo esperando la llave de la habitación donde su amor iba a florecer una vez más.