CAPITULO 1.

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Al entrar a su casa le saltó esa curiosidad de saber, por que después de tanto iba a ver movimientos y sonido en aquella casa tan hermosa, pero tan solitaria a la vez.

Pero alguien la sacó de sus pensamientos nuevamente, se trataba de una mujercita de cabello rizado, con ojos color cafe y estatura media.

Gabriela: Hola pichu, como estas?

La jovencita de unos 22 años amaba llamar así a su amiga, ya que ella tenía unos ojos verdes brillantes tallados por el mismo Dios.

Valentina: Hola beba, muy bien.

Gabriela: Segura que estás bien, te vi pensativa al entrar.

Valentina: Si, si! Tranquila, vengo con la cabeza a mil debe ser por eso.

Gabriela: Bueno, como digas. Te cuento, viste que tenemos vecino nuevo?

Valentina: Si eso vi al bajar del auto.

Gabriela: Entonces no era eso del trabajo, sino el vecino.

Gabriela la mira con cara de pícara, pero en cambio la mujer de cabello castaño y cuerpo perfecto la mira con cara de asombro.

Valentina: No, no fue eso y cambiando de tema.
¿Como sabes tanto?

Gabriela ve que ella quería saber más, entonces decide contarle uno poco del tema.

Gabriela: Ya viene el interrogatorio eh, pero quédate tranquila por que no fui de chusma eh.

Valentina: Bueno entonces, si no fuiste de chusma.
¿Quien te contó tanto?

Gabriela: Me lo dijo el muchacho de los diarios, como te acordarás pasa cada mañana y nos deja el diario.
Al parecer pasó primero por lo del vecino y bueno se enteró todo.

Valentina: Se llama Vladimir el diariero. Pero bueno ya que esperemos que no sea mal vecino no?.

Gabriela: Ay siempre ella reprochando antes de tiempo.
No seas así déjalo ser, ademas por lo que me contó Vladimir es buen pibe y además muy lindo.

Valentina escucha esa última frase de su amiga y toma camino hacia las escaleras para subir a su habitación.
Pero Gabriela la sigue por detrás para frenarla tomándole el brazo.

Gabriela: ¿A donde vas? El almuerzo está casi listo.

Valentina: Voy a darme una ducha con agua tibia y bajo. No me tardo nada, me esperas?

Gabriela: Claro que sí, voy a preparar la mesa.

Valentina sigue su camino hacia su habitación y entra para dejar todo sobre la cama.
Busca la ropa más cómoda de su armario y entre tanto revuelo encuentra su pijama favorito.

Valentina: Al fin te veo, cada vez que te busco no te encuentro pero hoy no te hiciste el difícil.

Después de ver que salió victoriosa en la búsqueda, sale corriendo al bano para darse un ducha rápida.
Pasaron unos 20 minutos y ella ya estaba lista para bajar comer.
Pero unos gritos la hicieron espantarse y pegar un salto.

Gabriela: Dale mujer que tengo hambre, te compraste el baño.

Valentina: No nena, ya estoy lista nada más que sos impaciente y no podes controlarte.

Gabriela ve a su amiga con una cara de enojo, pero a los segundos se le cambió por una carcajada enorme.

Valentina: ¿De qué te reis tonta?

Gabriela: ¿Y ese pijama? Esta re lindo es de un oso, que tierno.

Valentina: ¿Te gusta? Me lo regalo el que no sabe lo que quiere.

Gabriela: ¿Quien? ¿Alonso?

Valentina al escuchar ese nombre cambio su sonrisa por una cara de odio incontenible.

Valentina: No menciones su nombre, esta prohibido.
Pero por más odio y dolor que le tenga no podía desperdiciar tan hermoso regalo.

Gabriela: Esta bien no lo mencionó más, pero no estas grande para andar así con eso.

Valentina: Esta es mi casa y puedo vestirme como se me plazca.

Gabriela: Bueno dejemos la charla, vamos a comer que se enfría.

Se dirigieron hacia la cocina y Valentina se encontró con el almuerzo que tanto le gusta.
Eran milanesas de carne con fideos con queso, eran la especialidad de su amiga.

Gabriela: Sorpresa, te hice tu comida favorita como método de festejo.

Valentina: ¿Que estamos celebrando?

Gabriela: El hecho de que hace 6 meses estamos viviendo juntas.

Valentina: Es verdad, me re olvide! Todo tienes que agradecerle a ese infeliz eh, por que si no quedaba sola no me iba a mudar con vos.

Gabriela: Eso sí! Pero bueno deja eso por un lado y celebremos el hecho de que estamos juntas como lo habíamos soñado.

Gabriela deja su lugar en la mesa, corre para abrazar y llenar de besos a su dulce amiga.

Valentina: Te amo nena, sos tan incondicional para mi.

Gabriela: Y yo te amo mucho más, sos el amor más verdadero que tengo.

Valentina indica a su amiga a que tome su lugar en la mesa y el almuerzo siguió.
Entre risas y bromas deciden levantan todo lo de la mesa, para lavar y por último guardar en su lugar.

Valentina: ¿Vemos una serie en Netflix?

Gabriela: Si dale, preparamos mate.

Valentina: Encargate de eso y yo hago los pochoclos.

Cada quien hacia lo suyo, para tener todo listo para ver la serie.
Pero el sonido del timbre las saca de sus obligaciones y entonces se miran extrañas.

Gabriela decide ir a atender y Valentina se queda en la cocina.
Al abrir la puerta la figura de un hombre se encuentra en la entrada, Gabriela lo mira con atención.

José Miguel: Hola! Como estas linda?
Mi nombre es José Miguel y soy tu nuevo vecino, me acabo de mudar hoy al mediodía.

Gabriela: Hola, un placer mi nombre es Gabriela. Si sabia, escuche de vos hoy. ¿Que se te ofrece?

A lo lejos la voz de otra mujer se hace oír y José Miguel se dio cuenta de que la joven no vivía sola, sino que alguien más habitaba ese hogar.
Los pasos de la mujer se hacen escuchar más cercanos.

Valentina: ¿Quien es el que tocaba la puerta nena?

Gabriela: Es el vecino nuevo del que te comenté hoy, acercarte asi se conocen.

Las miradas de los dos se cruzaron, al verse se sintieron uno. Por que el color de sus ojos eran idénticos, pero su brillo era diferente.
José Miguel quedo hipnotizado con la figura esbelta de esa mujer de cabellos castaños y ondulados.
Valentina en cambio se perdió en el mirar de sus ojos y por el cual no podía escapar.

Hola pipis, acá les dejo el primer capitulo de esta historia que a mi en lo personal me deja expresar lo mejor de mi. 🦋

No sé olviden de votar y comentar. 🤍

🦋 CUANDO LLEGA EL AMOR 🦋Donde viven las historias. Descúbrelo ahora