🦋 CUANDO LLEGA EL AMOR 🦋

CAPÍTULO 14.

Varias noches pasaron de aquel día y el sol una vez mas se asomaba en las ventanas de ambos cuartos, pero lastimosamente muchos kilómetros los separaban para estar juntos.
Valentina no dormía ni comía nada pensado, en que si las personas que ella tanto quería sabrían de su desaparición, los ojos le ardían tanto.
A Jose Miguel las pesadillas no lo dejaban por las noches  y por el día la preocupación lo volvia loco.
Se sentía perdido en una gran ciudad en donde no conocía a nadie y para variar la persona que tanto quería se la habían llevado de su lado, como hace mucho no pasaba.
Para Gabriela la casa se sentía más vacía y fría al paso de los días.
Se levantó de la cama, se ducho y preparo su café, para luego irse a su trabajo.
Pero el sonido del teléfono la hizo saltar del susto, entonces corrió a atender.

Gabriela: Hola, quien habla?

Felipe: Hola Gabriela, buenos días.
Te tengo noticias, me gustaría que este Jose Miguel.

Gabriela: Perfecto, te espero y ahora le aviso a el.

Cuelga el teléfono y sonríe por el hecho de que su amiga, muy pronto iba a estar con ellos.
Toma el teléfono una vez más y marca el número de José Miguel.
El teléfono sonó tres veces y atiende Horacio, que hace una hora andaba rondando por la casa.

Horacio: Aló, quien es?

Gabriela: Hola Horacio, soy Gabriela la amiga de Valentina. Esta Jose Miguel o ya se fue?

Horacio: Ay hola Gabi, si esta todavía.

Gabriela: Por que viene Felipe a darnos noticias sobre Valentina.

Horacio: Ya le aviso y vamos a tu casa.

Corrió a la habitación de su amigo, que al entrar se lo encontró poniéndose sus zapatos pata trabajar.
Su sonrisa era eufórica y a Jose Miguel le causó curiosidad.

Jose Miguel: Que pasa Horacio, que esa cara?

Horacio: Tenemos que ir a la casa de Gabriela ahora, viene Felipe a dar noticias.

Jose Miguel: Gracias a Dios, vamos ya.

Horacio: Si, vamos. Debe estar por llegar.

Agarraron sus abrigos y la llave de la casa.
Duro solo un instante su llegada, que ya estaban tocando el timbre de la casa de sus amantes vecinas.
Gabriela abre la puerta y los mira sorprendida, se habían apurado al parecer.

Jose Miguel: Hola Gabi, me acaba de decir Horacio lo que te dijo Felipe.

Gabriela: Hola si, pasen por favor.

Tras pasar adentró de la casa, ella cerró puerta.
Los invito a desayunar y mientras esperaban, hablaron un poco del trabajo y de como Horacio se encariñó del lugar para calmar las cosas.
Pasaron unos treinta minutos y el timbre de la casa sonó inmediatamente.
Gabriela una vez mas salio corriendo a abrir la puerta, dejo pasar a Felipe y le indicó que estaban en la cocina.