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Felix se quedó atónito e inmóvil. Sentía más rabia que dolor, pero el dolor todavía estaba allí, y le dieron ganas de atacar, especialmente cuando esperó ver qué respuesta daría Chan.
Es decir, apartando a Jungwoo fuera de él y de su vista.
No sucedió. En cambio, Jungwoo lentamente fue hacia atrás de su beso, y había una expresión herida en su rostro, miró hacia arriba a los ojos de Chris.
―Espero que consiguieras sacarlo de tu sistema ahora– dijo Chan, y no había nada remotamente humano en su voz. Pudo haber sido un robot para lo que importaba.
―Pero... pero pensé – Jungwoo dijo y luego se cortó a sí mismo cuando sus ojos saltaron a un lado, y entonces se ampliaron cuando vieron a Felix.
Felix debía tener una mirada furiosa en él. Cristo, él no sería sorprendido si Jaemin o Changbin le dijeran que estaba en llamas, pero no lo estaba.
De cualquier manera, Jungwoo se quedó sin aliento ante la vista de él y dio un paso atrás. Su rostro estaba rojo, pero no de ira. Parecía tan condenadamente humillado cuando dio cinco pasos enteros lejos de Chan.
Chan debía estar preguntándose qué demonios estaba haciendo el hombre, se volvió para echar un vistazo, y entonces sus ojos fueron lo suficientemente amplios como para que Felix pudiera ver los blancos alrededor de los ojos marrones.
―¡Felix! – Chris dijo, pero había tanto susto y sorpresa en sus ojos y voz. El problema era que Felix no podía decir si era la pena por lo que había hecho, o sentirlo por ser atrapado haciéndolo.
―Debería irme – dijo Junngwoo.
Felix fulminó al hombre.
―Sí, date prisa y sal de aquí antes de te rompa con mis dientes – dijo.
Nunca se había sentido tan posesivo antes en toda su vida. Su lobo no tenía este tipo de control sobre él antes. Y le daba miedo incluso a él.
―El pequeño lobo está mostrando sus garras – murmuró Jaemin detrás de él, pero Jungwoo giró alrededor y corrió tan rápido como pudo, todo lo que Felix podía hacer era enfocarse en Chan.
Chan mantuvo su mirada sorprendido y aturdido durante dos segundos más antes de que él se recompusiera, su rostro y lenguaje corporal remontándose de nuevo al conjunto de "yo soy el Gran Dragón y estoy a cargo de la situación".
―Puedo explicarlo.
―Por favor, explica – dijo Felix.
―¿Estás enfadado conmigo? – preguntó Chris.
―¿Por qué estaría enfadado contigo? –le preguntó Felix. Entonces estaba bastante seguro de que sus dedos se iban a romper de lo fuerte que apretaba los puños.
Chris suspiró, y miró a los hermanos de pie detrás de Felix y asintió con la cabeza.
Eso parecía ser que era todo lo que necesitaba, porque después estaba completamente solo con Chris.
