Abecedario • Bajifuyu

03 ¦ Anime

Plan A: Anime

Este había sido el más fácil de escoger en su santa y pura opinión, incluso si no era más que el inicio de su cortejo.

A Chifuyu le encanta el anime, especialmente si este tiene toques de romance y drama. El omega era un pequeño masoquista con estos temas, escogiendo ver una y otra vez aquellas series que le hicieron doler el corazón de una forma brutal. Nana es un claro ejemplo de eso.

Volviendo a lo relevante. Chifuyu es un otaku, era fácilmente deducible a simple vista. Pero él no lo admitía, porque le daba vergüenza y porque quiere conservar su "dignidad".

Si supiera que Baji no posee ni una pizca de eso.

En todo caso, a él no le gustaban mucho las caricaturas, mucho menos cuando estas venían en un idioma que no entendía en lo absoluto. Prefería quedarse con las canciones de su poderosísima Hatsune Miku y hasta ahí.

No pensaba complicarse la vida con algo irrelevante en su día a día.

Sin embargo, necesitaba un tema de conversación para parecerle interesante.

Investigó toda la noche por animes conocidos, y por otros que no lo eran tanto. Él se había quedado solo con Naruto e inuyasha en su infancia, porque Dragon Ball le parecía infinitamente aburrido; por lo que se sorprendió demasiado cuando de enteró de que ya existían muchos más animes conocidos que esos.

¿En qué momento?

¿Estaba tan viejo?

No. No podía deprimirse por eso. Él era un metalero (fan de vocaloid) que no se comía la cabeza por cosas que no le importaban.

Por eso es que se desvivía por Chifuyu.

No te distraigas, Baji. Hay que concentrarse en lo importante.

Inhaló con fuerza, cambiando su tono de llamada con manos temblorosas. Debía despedirse de Romeo to Cinderella por un tiempo; hasta que Chifuyu lo acepte, o hasta que se canse de tener una canción que no conocía en lo absoluto. El opening de orange ahora ocupaba el lugar de su diosa Hatsune Miku.

Según internet no era exactamente popular, pero podía hacerte llorar con nada más que los primeros capítulos. También tenía romance y drama, un montón de drama. Parecía ser del tipo de series que le gustaban a su futuro omega.

Porque iba a ser su compañero, ¿verdad?

Ojalá que sí. Amén.

Caminó hasta su lugar de encuentro con Chifuyu, revisando la hora una y otra vez para asegurarse de que no llegaría tarde. Dar una mala impresión no era de rockstars, mucho menos si esta iba para la persona que le gusta y está tratando de conquistar. Tenía que dar su mejor esfuerzo, incluso si esforzarse significaba dejar su porte (de actitud, no altura, porque él no sería capaz de renunciar a su excelente 1.75) de alfa dominante.

Mikey había quedado de llamarlo por teléfono a media cita, con el fin de demostrarle al omega su increíble gusto compartido por el anime. Ya luego se las arreglaría para seguir fingiendo.

El problema es que no sabía mentir.

Pero bueno, el que tenga miedo a morir que no nazca.

(Incluso si uno no nace porque quiere)

En todo caso, llegó veinte minutos antes al parque en el que habían quedado. Draken le había dicho una y mil veces que llegar mucho antes también era ser impuntual, pero él prefería eso antes que aparecer su habitual media hora tarde.

Chifuyu le había dicho que si se tardaba de más se iba a ir, porque tenía que estudiar y sólo había accedido porque Baji aprobó (por mucho milagro y sorpresa) biología con una calificación demasiado alta.