⊹˚.⋆ 𝐒𝐂𝐇𝐈𝐙𝐎𝐏𝐇𝐑𝐄𝐍𝐈𝐀

➳꙲᭄᪼⃟⃟𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝐒𝐈𝐗:: 𝐈𝐍 𝐇𝐎𝐔𝐒𝐄.˖͓ᭃ͕᪶̋

Cuando el militar pasó por su hijo, fue quizá un proceso rápido el llevarlo a casa para que reposara, pero agotador.

Cuando el peliazul ayudó a su novio a sentarse en ese sofá se sentó a su lado tras de que él se lo hubiese pedido.
Mientras que el hombre de vestimenta de militar simplemente dijo:

—Bien, Pico, ¿Quién te hizo eso? Ahora el que lleva del bulto soy yo. —dijo Tankman, enumerando levemente.

—Papá.

—Steve ayúdame a pensar en algo.

—Papá.

—Tu madre estará muy enojada.

—¡Papá! —llamó finalmente el pelirrojo.

—¿Qué? —preguntó con molestia volteando a ver a su hijo al fin.

—Primero: eres mi padre adoptivo. Segundo: no tengo madre; la biológica murió. —enumeró el pelirrojo levemente.

—Bien, pero me falta plata para pagarte un psicólogo que te atienda para encontrar las pastillas nuevas que necesitas. —comentó el hombre poniendo otra excusa.

—Te darán el salario por tu trabajo como capitán de un ejército «mañana». Que yo sepa, eso es mucho. —debatió haciendo énfasis en el “mañana”.

—Okay, okay. Me pillaste, no tengo más excusas para no cuidarte. —dijo el hombre, quejándose mientras que el pelirrojo sonrió victorioso y el peliazul se río junto a el otro militar callado.
Dejó el tema de lado para después hablar. —Nunca me dijiste que vendrías con un amigo a quedarte un par de días/semanas, que por cierto, ahora serán ciertamente... Meses. —recalcó él. —no te dejaré ir hasta que esa herida sea una cicatriz de combate más de las que ya tienes. —señaló, el pelirrojo simplemente asintió no del todo convencido porque a él le gustaba hacer actividad física y no quedarse en un sólo sitio.

Después el peliazul habló. —no comprendo algo... —dijo él con cierta duda porque lo que había hablado con el pelirrojo tenía ciertos baches. —usted. —señaló a Steve de manera tímida. —¿Qué es del padre de Pico? —y ahí el militar... Algo hizo click en su mente.

—Ay no.

El pelirrojo comenzó a reír maliciosamente. —¿Qué pasó papá, te desbloqueo un par de recuerdos? —preguntó juguetón el pelirrojo, aún riendo.

Mientras que el más callado de los dos con ese uniforme blanco y negro simplemente se sentía levemente incómodo con la situación.

—¿En serio le mentiste otra vez a uno de tus amigos sobre que él y yo somos pareja? —el peliazul reaccionó.

—¿Acabas de hacerme quedar mal frente a tu padre? —soltó un puchero.

—Sí a todo. —el peliazul le dio un leve puño en el brazo derecho a su pareja tras de que el pelirrojo contestara eso. Quejándose mientras que el de ojos más blancos que la nieve río, sin escuchar los regaños de su padre.