➳꙲᭄᪼⃟⃟𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝐓𝐇𝐈𝐑𝐓𝐄𝐄𝐍: 𝐒𝐂𝐇𝐎𝐎𝐋 𝐒𝐇𝐎𝐎𝐓𝐄𝐑.˖͓ᭃ͕᪶̋

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Los días pasan, pero ahora

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Los días pasan, pero ahora. En lugar de dar aire a un ambiente feliz, era uno triste, tenían que cuidar del peliazul. Y eso sólo ocurrió cuando, un mes después de lo ocurrido transcurrió, había sido difícil sacarle la bala del pecho durante una cirugía. Según uno de los cirujanos que ayudó durante la operación este mismo probablemente habría entrado en un estado de coma, cosa que, lograron evitar. Pero aquel peliazul se sentía muy débil, vulnerable al respecto. Estaba las veinticuatro horas a los siete días de cada semana acostado, sin hacer nada. Recomendaron un par de medicinas a este mismo que simplemente eran tan amargas y desagradables, pero tenía que tomarlas si quería apaciguar el dolor en su pecho por la cirugía en la que se retiró la bala.

Sí comía, las tres comidas diarias del día. Pero sólo sopas, no alimentos sólidos, eso recomendaron por al menos unas tres semanas. No creyó que se le fuera a hacer tan tortuosa la recuperación, maldice no haber podido disparar a tiempo antes de que Cyclops lo hiciera. ¡Si tan solo-..! No, ya no vale la pena. Llegó tarde.

El pelirrojo con ayuda de su primo (cosa que agradecía bastante) cuidaban de el ojiazabache. Algunas veces había que volver al hospital para comprobar que todo en cuanto a su recuperación siguiera bien, el pelirrojo se carcomía la cabeza.

A cada rato le decía a el peliazul en su propia mente «lo siento». Acaba de fallar en protegerlo después de todo.

¿Sky? Ella desapareció, no volvieron a verla todavía luego de la masacre ocurrida.

Cuando el peliazul acabó por irse a dormir el pecoso sintió la mirada fulminante preocupada de su primo.

—¿Qué? —preguntó el pelirrojo con molestia y el ceño fruncido, volteó a ver a el azabache.

—Estás extraño. No sólo eso, no me dijiste que ellos seguían vivos. —le espetó cruzándose de brazos.

—Estoy bien. Y en esas entonces tú y yo apenas nos encontramos. —contraatacó para luego desviar la mirada a otro lado también cruzándose de brazos; pero en su lugar era un leve abrazo a sí mismo. Un abrazo para nada reconfortante.

—Pero te conozco lo suficiente como para decir que ni siquiera pensarías en decírmelo. ¿Mi tío Tank sabe de la situación siquiera? —preguntó aún cruzado de brazos en ese momento.

—¿Por qué te interesa tanto?

—Eres mi familia.

—¿Y?

—La única que tengo, tú y ellos. Mi único primo. Entiendes, ¿No? —dijo el azabache una vez más mientras fruncía el ceño, quería ayudar a su primo en serio.

—Jah. Está bien, si tanto insistes. —dijo rendido para luego suspirar, detestaba que la gente actuara de manera insistente con él, qué fastidioso. -no sé muy bien. Esos dos siguen vivos, los que deberían llamarse "mis suegros" contrataron a Nene y Darnell como mercenarios para acabar conmigo y llevarlo a él devuelta. -explicó, parecía un tema extenso. Pero para el pelirrojo había sido fácil de explicar con simples palabras directas, todavía maldice a esos traidores.

⊹˚.⋆ 𝐒𝐂𝐇𝐈𝐙𝐎𝐏𝐇𝐑𝐄𝐍𝐈𝐀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora