⊹˚.⋆ 𝐒𝐂𝐇𝐈𝐙𝐎𝐏𝐇𝐑𝐄𝐍𝐈𝐀

➳꙲᭄᪼⃟⃟𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝐒𝐄𝐕𝐄𝐍: 𝐇𝐄𝐀𝐋𝐒˖͓ᭃ͕᪶̋

Dos meses habían pasado desde la estadía de la pareja en el lugar y se podría de decir que todo era risas y buenos momentos.

Este mismo día, estaba amaneciendo. Hasta ahora iba iniciando.
Tras una larga insistencia por parte del pelirrojo convenció a su padre de que su amado durmiera junto a él, (cabe recalcar que, fue con ayuda de Steve; este mismo siempre mimo demasiado al de piel canela con pecas).
Por lo que ahora, amaneciendo los dos yacen entre las mantas abrazados. El peliazul tenía su cabeza apoyada en el pecho del de pecas.

-¡Pico! -gritó llamando el militar desde la puerta y abriendo sin siquiera golpear.

Tras insistir y llamar su nombre unas cuatro veces logró despertarlo, obviamente... El otro que llevaba este mismo uniforme iba detrás suya.

-¡Ya cállate! Vas a despertar a Ben. ¿Qué ocurre? -preguntó con voz somnolienta, quedándose acostado en la cama -siquiera... ¿Qué horas son? -volvió a argumentar otra pregunta; nunca le gustó que lo levantaran temprano.

-No tienes por dónde escapar hijo; de todas maneras ahorita tienes cita médica para que te retiren esa venda. -contestó su padre, el pelirrojo hizo un puchero. -¡Bueno, el tema! Pregunta, pregunta.

-Adelante. -contestó con simpleza esperando a que su padre hablara.

-¿Cuántos enemigos que te quieren arrancar el pene de un mordisco tienes? ¡Literalmente hay un gato molesto que insiste en entrar por la ventana de la cocina y nada de lo que intente le aleja! -habló levemente molesto.

El pelirrojo pensó la respuesta por un momento. -déjame ver... -dijo recalculando, pensativo. -uno, dos, tres, cuatro...

-¡No quiero que me digas el número literal quiero que espantes a ese gato! -el pelirrojo bufó.

-Déjalo entrar, ¿Qué tiene de malo?

-Es callejero y tiene pulgas. -contestó levemente. -a parte está sucio y Steve y yo acabamos de limpiar la casa. -el pelirrojo suspiró.

-Supongo que el que ahora no tiene excusas soy yo. -dijo mientras se levantaba de la cama despertando a el peliazul y a penas salió de la habitación recibió un grito de su nombre de aquel chico somnoliento.

Acto seguido el peliazul se levantó y fue detrás él.

-¡Pico! -llamó molesto detrás de él y el pelirrojo a penas abrió la ventana aquel felino se le tiró a los brazos.

El peliazul se quedó callado hasta que reconoció al gato. -¡Trashi! -dijo, rápidamente quitándoselo a el pelirrojo e importándole poco y nada que aquel gatito estuviese sucio.

-Ya te estabas tardando eh. -habló este mismo al felino como si pudiese entender lo que le dices.

-¡Pico, más te vale hacer sacado a ese gato de mi casa! -gritó su padre desde distancia, el pelirrojo bufó mientras que el peliazul le dio poca importancia y siguió mimando al animalito.
-¡Pico! -exclamó devuelta esta vez yendo a la cocina tras notar que no contestaba. Al ver al pequeño animal en los brazos del peliazul dijo: -cabrón.