Desde Otra Perspectiva (Capitulo 4)

21 4 0
                                    

-Narra Hiro-

Ahora todo es un infierno... Desde que te fuiste... ¿Por qué vivo? ¿Por qué debo vivir sin ti? Ya no puedo vivir... Solo sobrevivo a esta situación que me mata cada vez más.
(Hace tres días)
Me despierto como cada mañana, ya Hana se ha levantado por lo que escucho como suena el agua de la regadera.
Me levanto con pereza, tengo una buena vida, un buen trabajo y una linda es-posa. Busco mi toalla para acompañar a Hana en la ducha, me desvisto rápidamente y coloco la toalla alrededor de mi cintura, voy todos los días al gimnasio por lo que tengo buen cuerpo y músculos.
Al entrar al baño veo a la chica frotar su piel canela con la esponja rosa, ella era hermosa, me quedo viendo su cabello azabache lacio llegar hasta sus muslos, aguanto la respiración ligeramente.
¿Te vas a quedar ahí todo el día, tontito? ¬- Escucho su voz como si fuera música, la amo tanto.
Conocí a Hana cuando era mi secretaria, era una chica muy sociable y tierna, al principio era totalmente indiferente a ella porque solo me concentraba en mi trabajo, soy el gerente por lo que estaba siendo muy presionado para que todo en la empresa fuera perfecto, como quería mi padre, el cual era el dueño de la empresa más importante del país.
(Flashback)
Tras un día largo de trabajo decidí ir a la casa de un amigo porque festejaba una fiesta a las ocho de la noche el sábado, podría liberarme un poco del estrés que me provocaba mi padre.
Me puse una chamarra negra sobre una playera azul marino, me peine mi cabello largo blanco que me llegaba hasta los hombros, en lo único que no podía decidir mi padre era en mi apariencia y en mi corazón.
Agarre mi celular al terminar de arreglarme, comprobé mi billetera para ver si llevaba dinero en efectivo y las tarjetas necesaria, no me llevaba todo.
Agarre las llaves de mi moto y salí de mi habitación. Subo al ascensor y pulso el botón para ir al primer piso, ya le había marcado a mi mayordomo para que dejara mi moto en la entrada para no tener que ir al estacionamiento y ahorrar tiempo.
Mi casa era colosal, se podría decir que era un niño rico pero no me importaba mucho ya que no podía hacer todo lo que yo quería.
Al llegar a la entrada veo al chico vestido de traje junto a mi moto hacer una reverencia cuando me ve.
Gracias chico. - Le digo a mi mayordomo, le digo "chico" por cariño, aunque era perfectamente mayor que yo, el tenia treinta y dos años pero parecía un chico de 20 años, aunque era algo perezoso y poco conversador era muy bueno en su trabajo.
No hay de que señor. - Dice al frotarse uno de sus ojos cuando hace una reverencia hacia mí.
Debes estar cansado, ve a descansar, yo volveré tarde. - Rio con él, era muy divertido, siempre tenía sueño, no sé qué tanto hace para tener sueño y pereza todo el tiempo.
Me subo en mi moto para irme, me despido de mi mayordomo, pongo primera para arrancar.
Me encanta ir a toda velocidad, manejo hasta la casa de mi amigo que estaba al otro lado de la ciudad. Después de quince minutos llego a la casa de mi amigo.
¡Campeo! - Me abrazo en cuanto me vio, éramos casi del mismo tamaño solo que él era más bajo.
¡Hermano! - Le golpeo el hombro y el ríe mientras me lo devuelve, era el único al que le tenía confianza plena.
¿Cómo estás? ¿Tu padre sigue presionándote para que te cases con aquella súper modelo? - Lo escucho decir mientras esquivo a las ochenta personas que estaban en su patio.
Prefiero casarme con esa chica a ser como tú, que te gustan los chicos. - Le digo con reproche, no discrimino a nadie pero me molestaba que mi amigo se haya ido a América y volviera tan ¿Raro?
Cuando estés con un chico lo entenderás. - Lo veo sonreír de lado mientras se sienta en la barra del bar de su casa.
Dios me salve. - Le saco la lengua mientras me siento junto a él. - ¿Tienes un hermano menor, verdad? También le gustan los chicos por lo que se ¿Cómo está?
Lo veo deprimirse un poco. - ... No he podido contactar con él, desapareció hace una mes cuando se fue a otra ciudad.
¿Porque lo hizo? Tú lo mantenías y le iba bien en la escuela ¿No?
Algún día lo sabré. - Sentencio tomando de un trago su champan.
Me quedo mirando una cabellera azabache pasar a mi lado, ese cabello ¿No era mi secretaria?
Oye ¿Conoces a Hana? - Llamo la atención a mi amigo que parecía pensativo investigando su bebida.
¿Hana? Claro, la conocí en una fiesta que hizo mi hermano mayor hace un año ¿Por qué? - Me quedo mirando los ojos verdes de mi amigo, toda su familia era un poco rara, no por gustos de orientación, si no por su forma de actuar, él era gemelo con otro chico mayor que el por minutos, ese chico era un superdotado que actualmente trabaja en la CIA. Este chico, Demetrio, era militar y un poco idiota pero el mejor francotirador del país, se la pasaba de fiesta en fiesta. Lo que sabía del último hermano es que era un genio para la medicina pero que recientemente había desaparecido, a pesar de ser todos considerados prodigios se esconden de los medios de comunicación evitando ser encontrados.
Suspire, no tiene sentido pensar en eso... Me levante para dirigirme hacia Hana dejando solo a mi amigo con su bebida y sus pensamientos.
Me senté al lado de Hana la cual reía con otra chica.
Hola. - Trate de no sonar nervioso.
Ala jefe ¿Tu en una fiesta? - La chica rio con ganas, tenía una risa rara, no la ocultaba para nada, no era como las otras chicas.
De vez en cuando hace falta una salidita ¿No? - Le digo con una sonrisa de lado.
(Fin flashback)
Esa noche fue historia, después de cinco meses nos fuimos a vivir juntos a pesar de las represalias de mi padre. Actualmente vivimos en un departamento pequeño pero muy cómodo, dos habitaciones, un baño, sala más cocina comedor.
Me quito la toalla dejando mi cuerpo desnudo mientras me acerco lentamente a ella.
Waa un tigre de bengala. - Dice ella mientras levanta los brazos hacia mí, la abrazo sonriendo mientras muerdo su cuello.
Paro cuando escucho alguien golpear la puerta, con frustración suspiro mientras ella se ríe de mí y sale poniéndose un vestido que tenía colgado en la puerta del baño. Me relajo mientras Hana va a abrir la puerta para ver quién es, el agua cae por mi piel, se siente tan bien, ojala fuera así para siempre.
Abro los ojos de golpe al escuchar el grito de Hana.
.
.
.
Continuara...















Agradecimiento y saludos a ShiroiOkima y M4rckSp, gracias guapos ;3 con eso fin de la nota.

¿Soy un zombie? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora