Lo mejor de una historia es su desenlace,
aunque, es como un chocolate que no terminas de saborear o una película que dejas sin final.
Todos los finales son tristes, más aún cuando la felicidad estuvo al alcance.
si te aferras a un mal recuerdo impides el superarte, suena fácil, más la mente que a creado un mundo que el corazón desea hacer real,
lo quieres, lo amas, lo vives, y cuando la realidad se desnuda, odias, odias ese avance,
ese instante en el que eres consiente, en que tomas la pastilla roja en vez de la azul, en el que se cae todo aquello que rodea lo que tú más amabas, un punto cardinal.
Si te aferras con uno bueno, no se dejará igualar, será quedarte en medio, quedarte en trance,
Lo mejor de una historia es su final, pues acabará de la mejor manera, ya sea habiendo acabado la carrera en esta vida o habiendo destrozado lo que debería haberte echo recapacitar, otro acto diciplinal,
ya que así sabes que lo perdido tendrá la oportunidad de avanzar, de encontrar su mejor balance.
Lo mejor de una etapa es su final, pues comienza algo nuevo y obtienes en tu camino lo que tus acciones han ido a sembrar, su resultado será leal.
Lo mejor de una historia es su desenlace, pues se aleja de ti, lo que no te hace bien, puede que lo que no buscaras te encuentre y te haga sufrir, pero ya sabes que lo mejor, esta por venir.