Tropa 104

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CAPÍTULO III

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Mikasa ingresó a la oficina para registrarse ya que ese era el último día para hacerlo, dio sus datos generales y vio como la mujer que tomaba sus datos hacía una mueca cuando dijo que venía de la Ciudad subterránea, al final le dio su uniforme y le indicó dónde iba a dormir.

Se dirigió a los baños de chicas para cambiar su ropa y después ir a la barraca que compartiría con las demás chicas. Al terminar de vestirse e ir a la barraca, pudo ver a sus demás compañeras charlar entre ellas. Algunas literas ya se encontraban ocupadas, al fondo vio que una estaba sola y acomodo sus cosas en la litera de arriba.

— Disculpa. — Le habló una chica castaña. — ¿Está desocupada la litera de abajo?

— No, puedes usarla. — Le respondió Mikasa.

— Muchas gracias. Por cierto, me llamo Sasha Blouse, vengo de Dauper ¿Y tú?

— Mikasa Ackerman, Ciudad Subterránea.

— ¡Vaya! Nunca había conocido a alguien de la ciudad subterránea. Mi aldea es de cazadores, me imagino a la ciudad subterránea como un bosque más grande y peligroso. Me alegra que estés aquí, siento que seremos buenas amigas.

Mikasa se encontraba desconcentrada por esa chica llamada Sasha, no esperaba que reaccionara así y menos que le dijera que quería ser su amiga. Ambas escucharon como las llamaban para la formación, juntas se dirigieron a la cancha donde ya estaban todos reunidos. Todos estaban formados en filas, el instructor Shadis hacía que algunos se presentaran mientras los intimidaba. Mikasa solo los veía con indiferencia, tal vez eso la hubiera intimidado cuando solo era una niña, pero después de ver morir a sus padres, ser secuestrada y sobrevivir a la ciudad subterránea sola, eso le parecía un juego de niños.

— ¿Quién diablos eres? — Le preguntó a un chico alto de cabello castaño.

— ¡Soy Jean Kirschstein! ¡Soy de Trost, señor!

— ¿Por qué estás aquí?

— Para unirme a la policía militar y poder vivir en el interior, señor.

Mikasa por dentro se burlaba de ese chico, estaba claro que él solo quería una vida cómoda, de seguro no sabía lo estafadores y crueles que llegaban a ser los de la policía militar.

— Ya veo ¿Así que quieres vivir en el interior?

— Si. —Contestó Jean, a lo cual recibió un golpe en la cabeza que lo hizo caer al piso.

— ¿Quién te dio permiso para sentarte? — Cuestionó el instructor Shadis. — ¡Un cobarde como tú, no tiene derecho a someterse al rito de iniciación!

Así fue preguntado a otros cadetes como Marco Bodt, Connie Springer y cuando estaba reprendiendo a Connie se percató que Sasha —que se encontraba a un lado de Mikasa— comía una papa cocida

— Oye, maldita... ¿Qué rayos estás haciendo? — Mikasa se dio cuenta que Sasha ignoraba que el instructor se dirigía a ella, por lo tanto seguía comiendo. — ¡Te estoy hablando a ti, maldita! ¿Quién carajos te crees que eres?

— ¡Sasha Blouse! ¡Soy del pueblo Dauper del Distrito Sur de la muralla Rose, señor!

— Sasha Blouse... ¿Qué es lo que tienes en tu mano derecha?

What If?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora