El Juicio

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CAPÍTULO IV 

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Todas las ramas militares y algunos miembros de la nobleza se encontraban presentes en el juicio de Eren Jaeger, se estaba juzgando si sería de ayuda o peligro para la humanidad. La Policía Militar lo quería matar y la Legión de Reconocimiento lo quería como aliado, era tal cual Levi le dijo que sería.

El Comandante Supremo Darius Zackly era el juez, escuchó al comandante de la Policía Militar y de la Legión de Reconocimiento, además escuchó la opinión de la ciudadanía, al final se dirigió a Eren Jaeger.

— Jaeger, tengo una pregunta ¿Cómo soldado, puedes asegurar que controlarás y usarás tu poder de titán para ayudar a la humanidad?

— ¡Sí señor! —. Respondió.— ¡Si puedo!

— Pero en el informe del plan de reanudación de Trost está escrito lo siguiente: Poco después de convertirse en titán, atacaste a Mikasa Ackerman.

Eren se sorprendió ante lo dicho y volteo a ver a Mikasa que en ese momento cubría la cicatriz con un mechón de cabello. Mikasa sabía que ese hecho no se podía dejar pasar, ya que si no hubiera reaccionado a tiempo las consecuencias no serían solo una cicatriz.

— ¿Quién es Mikasa Ackerman? —. Preguntó Darius Zackly.

— Soy yo, señor.

— ¿Así que tú? ¿Es cierto que Jaeger te atacó cuando se transformó en titán?

— Si, es cierto. — Respondió, sabía que no tenía caso ocultarlo. Los murmullos al respecto no se hicieron esperar. — Pero antes de eso... fui salvada en dos ocasiones por Eren transformado en titán. La primera vez atacó a un titán que estaba a punto de atacarme, la segunda ocasión me protegió de una bala de cañón. Me gustaría dejar esos hechos como evidencia.

— ¡Objeción! Esas declaraciones fueron muy personales— Interrumpió el Comandante de la Policía Militar. — Mikasa Ackerman y Eren Jaeger han sido muy unidos desde que entraron a la academia, además tenemos registros de que el padre de Eren fue el doctor de la familia Ackerman, hasta la muerte de sus padres y la desaparición de ella. Además supimos que Mikasa Ackerman vivió en el subterráneo y sobrevivía a base de robos ¿Podemos confiar en la palabra de una ladrona?

Levi quería golpear al Comandante Nile, no toleraba que nadie hablara así de Mikasa, ninguno de ellos sabía por todo lo que tuvo que pasar, solo hablaban por hablar. Erwin le lanzó una mirada advirtiéndole que se mantuviera en su lugar y no perdiera los estribos. Por otro lado, Eren se encontraba en las mismas condiciones, se sentía enojado con todos ellos, pero él explotó cuando empezaron a acusar a Mikasa de ser también una titán

— ¡Esperen! ¡Puede que yo sea un monstruo, pero no tiene nada que ver con ella! — Gritó Eren— ¡Ella es inocente! Ella no es... Están especulando, viendo solo lo que es bueno para ustedes. En primer lugar, ustedes nunca han visto a un titán ¿Entonces, de qué están asustados? —. Mikasa pudo ver que Eren diría todo lo que piensa sin medir consecuencias. — ¿Por qué las personas con poder no pelean? ¡Si tienen miedo de luchar por sus vidas, entonces presten sus fuerzas! ¡Ustedes, cobardes! ¡Si así lo desean, quédense quietos y déjenme actuar!

Todos en el tribunal se encontraban sorprendidos y otros temerosos por lo dicho. La Policía Militar tomó sus rifles y apuntaban a Eren. De un momento a otro Levi se había levantado y ahora golpeaba cruelmente a Eren. Mikasa no se inmutó, muchas veces había visto a Levi hacer lo mismo con otras personas, le preocupaba la integridad de su amigo, pero sabía que detrás de las acciones de Levi había un plan.

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