Tú Si Sabes Quererme | Nestopher

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Nestopher se separaron del beso, se miraron unos segundos y volvieron a abrazarse, en ese momento Christopher agradeció en sus pensamientos a Romina por haberlo llamado. No le gustaba el motivo del porque estaba ahí, pero al menos volvía a estar cerca de Néstor y era lo que más le importaba.

—Gracias por venir —susurró

—No te iba a dejar solo —contestó pasando su mano por la espalda del mexicano— Te voy a ayudar, aunque aun no sé como, pero lo haré

—¿Cómo supiste de esto?

—Romy, me contó un poco, pero prefiero que seas tú quien me diga que fue lo que sucedió

Néstor comenzó a contarle el altercado con su madre, también de peleas atrás y tocó un poco de lo sucedido semanas antes no quería hacer un momento incomodo.

—¿He sido un mal padre? —cuestionó en un susurro

—No, no, no hubby —lo tomó de las mejillas para hacer contacto visual— eres un gran padre, si no fuese así Diana no estaría feliz contigo y cada que habló con ella me dice lo increíble que eres

—¿Entonces por qué mi mamá me la quiere quitar?

Ninguno lo había dicho, pero el escuchar el "Hubby" de la boca del otro los hacía sentir emocionados pues ¿era una buena señal, no?.
Christopher lo volvió a abrazar, no supo que decir, pero a Néstor no le molestó. Mientras Chris pensaba en cómo lo podía ayudar, por su mente sólo se cruzaban las preguntas: ¿Cómo lograr que Elizabeth no cumpliera sus amenazas? ¿Si fuese hablar con ella solucionaría algo o lo empeoraría? ¿Tendría que buscar a un abogado? ¿Cómo ayudarlo sin meter en problemas a Néstor?

—¿Ya cenaste? —cuestionó Néstor separándose un poco

—No, ¿tú?

—Tampoco, no tengo hambre. Me gustaría prepararte algo, pero no tengo cabeza

—No te preocupes, yo me puedo ir a preparar lo que encuentre —dejo salir una risa— Si no te molesta, ni a los papás de Romy

—No, no están en casa, tuvieron que ir a no sé donde

—Oh, ok... ¿Seguro que no quieres nada?

—Gracias hubby, estoy bien

Vélez salió de la habitación se dirigió a la cocina para preparar algo de cenar, ahí se encontró a Romina, quien le pidió que hiciera lo posible pora que Néstor comiera algo, ya que lo único que había ingerido ese día fue el desayunaron, también le sugirió que en lugar de alguna otra bebida le diera té para que se relajara

—Yo me encargo de eso, gracias por llamarme Romy —la abrazó

—No podía no hacerlo —correspondió al abrazo— sentí que era lo indicado y creo que por lo menos un poquito si le hizo bien a Nés —le dio unos golpes muy leves en la espalda— Saca ese sándwich se va a quemar

—A él le gustan dorados

—Dorados, más no quemados —rieron— Bueno, yo me voy, se supone que sólo vine por la leche de Diann

—¿Le dijiste que estoy aquí?

—No, prefiero que tú y Néstor tengan un momento a solas, de que intenten aclarar todo y mi ship siga. Dianny y tú ya se verán mañana

—No sé como agradecerte —Romina lo miró— Después te compro unas donas

—¡Gracias! Descansa, te amo —le dio un beso en la mejilla

—Descansa bella

—Te ayudo a subir esto —volvió a agradecer

Puso los sándwiches en unos platos y con mucho cuidado las llevaron a la habitación, Néstor estaba en el cuarto de Romy, pues le quiso dar las buenas noches a su hija y se diera cuenta que ya estaban más tranquilo, al volver se negó a comer.