Blood And Love [ Completa ✔]

CAPÍTULO 28

CONTROVERSIA

JOSEPH

No sabía que hora era. Estaba perdido en mis pensamientos. Mirando y  punto fijo he inexistente en la pared, cómo si todos los pensamientos que me atacaban hubieran desaparecido.

Mi cuerpo está  calmado. Sin ninguna tensión...

Y me siento muy agradecido por ello.

- No se porqué lo hiciste. Pero está será la única vez que lo voy a decir. -  jugué con una pequeña madera que encontré en el suelo unos segundos y trague duro - Gracias por lo que hiciste Beth. No creí que lo necesitará.

Me quedé callado esperando que dijera algo. O que lanzará un comentario hiriente por lastimarla. No podía alzar la mirada, sentía qué hice algo indebido.

¿Sentía? Vergüenza...

- Bueno. Al menos burlarte o algo. Lo aceptaré.  -  me desespere un poco y alcé la vista, pero me quedé pasmado

Su cuerpo estaba recostado en uno de los muebles y no estaba despierta. Me acerqué muy rápido para ver su pulso. Estaba viva. Bueno en términos vampiro. Sus mechones de pelo algo rojizo y ondulados caían al lado de su cara y por su pecho.

La tomé con cuidado y la levanté para llevarla al cuarto. Después arreglaría el desastre.

Pero al llegar ahí me di cuenta que no podía meterla a la cama como estaba. La dejé en uno de los sillones y levanté las sábanas, la puse allí con mucho cuidado,le quite los zapatos junto con el  bluson beige que cargaba porque tenia pedazos de astillas y vidrios

Traté de no mirar su cuerpo semidenudo. Pero fue obvio que la mirada se me iba por momentos.  Así que la cubrí con la manta y baje para buscar algo para curar los rastros de sangre que tiene, sus pequeñas heridas ya había sanado casi en su totalidad.

Mire todo el desastre que había en la pequeña sala. Por un segundo elegí la opción de quedarme y sacar todo lo dañado y arreglar el desastre. Y así lo hice. No demore mucho, subía con calma la escaleras, no entiendo porque no terminaba con esto rápido. Sin duda el alcohol que tenía en mi sistema se había ido a alguna parte, por qué estaba muy sobrio.

Entre a la habitación y me senté en la orilla de la cama, coloqué algunas almohadas para acomodar a Elizabeth y empecé a limpiar la sangre en sus hombros

Era la primera vez que la veía calmada, si no estaba haciendo algo empezaba a moverse de la desesperación.

Mientras limpiaba la sangre de su boca, empezó a abrir sus ojos muy lento. Yo seguía con lo que hacía, pero me adopte seriedad. Sus ojos se abrieron completamente después de unos minutos, el color  vino reluciente de su mirada me hipnotizo  y un recuerdo atravesó mi cabeza de repente

Estaba corriendo hacia mi casa, apenas tenía 18 años. El humo se impregnaba en el ambiente mientras mi corazón latía aterrorizado por qué sabía que estaba pasando. Quise desobedecer la orden del señor, quería hacer lo que me pareciera conveniente.

Su amenaza retumbaba en mi cabeza

Alguien morirá....