CAPITULO 11

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Mari había apartado su mirada de la de Kanan, se rehusaba a aceptar que por primera vez había sentido esa necesidad de cuidar de alguien y ese alguien ni la conocía, era todo tan extraño.

Mira, Kanan – soltó la omega-.

¿sabes mi nombre? – dijo sorprendida la peliazul-.

s-sí, bueno, no – Mari se paró y le dio la espalda a la alfa, Kanan la imito, pero se dio la vuelta para tomarle ambas manos-.

Me gustaría conocerte – dijo la alfa emocionada, en ese momento se escuchó que abrieron la puerta de la enfermería-.

Llegue – dijo la mujer – ¡oh! Tenemos visita – sonrió y Kanan soltó las manos de Mari rápidamente- Sonoda a tu silla, tenemos que curar la herida – indico la mujer y Kanan se fue a sentar -.

La enfermera comenzó a limpiar las heridas de la peliazul que de vez en cuando soltaba un quejido por el dolor que sentía. La mujer tuvo que colocar un par de puntos en la ceja de la alfa, ya que el corte era un poco profundo y por eso sangraba tanto.

Muy bien, terminamos con esto – cerraba el último punto de la chica- entonces, que hace una omega en el edificio alfa – pregunto la beta, mientras guardaba sus utensilios – sabes que no puedes estar aquí ¿verdad? -.

b-bueno yo... lo sé, pero...-la omega no sabía que responder-.

Es mi omega, no pasa nada – dijo Kanan con voz firme, mientras se arreglaba – y se preocupó por la pelea, pero enseguida la llevare de vuelta-.

¡oh! – soltó la mujer sorprendida- ¿de verdad? – miro a Mari y volvió a Kanan- si es así, está bien, pero debes llevarla al otro edificio enseguida, no pueden verla otros profesores aquí – dijo la mujer-.

Si, eso iba hacer – sonrió la peliazul y se paró al lado de Mari para tomarle la mano-.

Bien, el lunes debes venir para ver los puntos, así que nos vemos ese día – dijo la beta y Kanan asintió-.

Aquí estaré – se despidió Kanan saliendo de la sala y junto a Mari caminaron con prisa hacia la entrada del edificio omega-.

Sabes que puedo irme sola ¿verdad? – soltó Mari de repente-.

Claro que lo sé, pero no dejare que te topes con algún alfa y menos que dejes tu aroma en el pasillo, te seguirán como depredadores – gruño Kanan, imaginándose algún alfa cerca de la rubia-.

¿y tú no? – pregunto-.

Kanan detuvo su caminar, soltó un suspiro – haaa... aunque no lo creas con mi alfa nos llevamos bien y lo tengo controlado, por ende, mi lado salvaje es difícil que salga, pero si te puedo asegurar que tu aroma, lo pone ansioso y yo te encuentro hermosa, por eso te dije que quiero conocerte Ayase, pienso que tu omega y mi alfa, están, ya sabes, queriendo estar juntos, pero no quiero forzar nada – dijo la peliazul-.

Eres rara sabes – espeto la rubia – si te soy sincera, es la primera vez que siento a mi omega preocuparse o estar desesperada por...verte – dijo lo último casi en un susurro- de todas las personas con la que he salido bueno, jamás sentí esto – agacho la mirada hacia su mano y la de Kanan, ya que la alfa aun no la soltaba-.

Se siente bien ¿verdad? – Mari la miro a los ojos – nuestras manos, es como si encajaran perfectamente – sonrió la ojivioleta-.

La omega aparto la mirada, la mano de Kanan era cálida y más grande que la de ella, se sentía bien tenerla sujeta y la sonrisa de la alfa, era la más encantadora que había visto. Después de mirarse, continuaron caminando hacia la entrada del edificio, por suerte sin toparse con nadie.

Bien, debes pasar pronto, supongo que tu hora de descanso está por terminar – comentaba la alfa, quien aún no soltaba la mano de la rubia, quien estaba frente a ella-.

Claro, cuida tus heridas -espeto la rubia y soltó la mano de la alfa – adiós- se dio la vuelta y cruzo la puerta de cristal-.

Kanan desesperada abrió la puerta – AYASE! – grito la alfa de aroma a tierra mojada y Mari dio la vuelta y la miro – m-me darías tu número de celular – pregunto la alfa sonrojada-.

La omega se acercó a ella y le sonrió, extendió su mano para que Kanan le pasara su celular, esta lo saco del bolsillo y se lo entrego, la rubia escribió rápidamente y realizo una llamada, sonó el tono del celular de la rubia y le devolvió el aparato a Kanan, se dio vuelta y se fue, no antes sin darle una sonrisa a la alfa.

Kanan soltó una risita – mandona- dijo para ella misma y volvió a su edificio-.

Después de clases Kanan y Dia iban por el pasillo hacia la salida, Dia le comento que debía ir a la biblioteca así que se separaron. Cuando llego a la puerta de la escuela, se dio cuenta que su hermana menor iba más adelante, así que corrió hasta donde se encontraba ella.

Hey chica! – saludo Kanan a su hermana y se vio que iba acompañada – oh! – soltó Kanan-.

Oh! – soltó también la omega que caminaba junto a la ojirosa- tu eres la alfa del supermercado – dijo Hanamaru-.

La misma jeje, que coincidencia -dijo Kanan-.

¿se conocen? – pregunto Yoshiko mirando de una chica a la otra-.

Si, algo así – dijo Kanan – después te cuento -sonrió la peliazul- preséntanos-.

Rara – dijo la ojirosa y miro a Hanamaru – Hanamaru ella es Kanan mi hermana mayor – presento Yoshiko y Kanan asintió – Kanan ella es Ayase Hanamaru, compañera de curso-.

Ooh así que son compañeras, cuida de mi hermana por favor es inteligente, pero le gusta pelear con alfas – contaba la ojivileta-.

KANAN!! – grito Yoshiko-.

Jajajaja lo are, Ruby me comento algo- reía la ojimiel-.

No lo hagas, es mentira – espeto la ojirosa-.

Yoshiko – la miro- la semana pasada golpeaste a dos alfas – conto Kanan entre risas y Hanamaru se unió a las risas de la peliazul mayor -.

Las Hermanas Sonoda acompañaron a Hanamaru hasta la parada del bus, cuando la omega se fue las hermanas se miraron y caminaron hacia el bosque.

Noah te ara trabajar el doble por tu rostro – comento Yoshiko-.

Agh! No me lo recuerdes, ese idiota – gruño – me distraje y logro conectar unos buenos golpes – comentaba la alfa – en fin, corramos antes de que se haga más tarde – le dijo a su hermana y comenzaron a correr hacia la casa de Noah-.

Ambas llegaron a la casa y Noah estaba con sus hombres entrenando.

Llegaron tarde de nuevo – espeto el hombre – a cambiarse y comenzaremos-.

SI – dijeron ambas y corrieron al interior de la casa a cambiarse-.

Los entrenamientos con el alfa eran de 3 a 4 horas y muy intensas, todo tipo de ejercicios hacían, para aumentar su musculatura y su resistencia, al final hacían rondas de peleas entre todos lo que entrenaban con Noah.

El reloj marcaba las 7 de la tarde y el entrenamiento daba por terminado, Noah se acercó a las cachorras de Umi para hablar con ellas.

Chicas – dijo el hombre- ¿Cómo estuvo la primera semana? – pregunto-.

Intensa – soltó la ojivioleta, quien recién se había sentado a descansas, ya que su castigo fue correr 5 km de ida y vuelta a la casa del alfa-.

De a poco se acostumbrarán, se harán más resistentes y fuertes – dijo el alfa- descansen el fin de semana y recuerden, sin golpes si no, habrá más ejercicio por hacer-.

SII!! – dijeron las cachorras-. 


-°- 

estaba muy emocionada escribiendo y haciendo unos trabajos que casi se me olvida que hoy debía publicar jajaja xD, en fin gente que tenga un muy buen comienzo de semana :3 el finde es el cumple de la Kyan y estoy muy emocionada, aun estoy rezando para que su concierto lo transmitan por Pia t.t pero bueno, la esperanza es lo ultimo que se pierde jeje, saludos y los estoy leyendo :3 

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