Capítulo 22

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Honoka y Kotori

—No es biológicamente mi hija, pero la amo tanto, esa niña es mi luz— dijo con una voz llena de amor —.

—Lo sé Honoka— acercó sus manos para tomar las de su amiga— quiero saber de ustedes dos, de ti, de Chika— dijo Kotori, dándole una cálida sonrisa a la de ojos azules—.

Honoka miro a la peligris y sus ojos se humedecieron —sí —sonrió —A Chika la conocí unos meses después de que me instale en la ciudad de Kobe— contó la omega de pelojengibre— cuando nos encontramos por primera vez, ella me abrazo tan fuerte, sentí tantas cosas en ese momento Kotori— las lágrimas comenzaron a caer por sus mejillas —me volvi a enamorar, me enamore de esa niña que solo quería escaparse hacia la playa— sonrió entre llantos.

Flashback

—Buenas tardes, traigo el pedido de... —miró un papel— Yoshida — dijo la ojiazul—.

—Hola, claro, la llamaré, puede esperarla por ahí— apuntó a unos sillones la mujer—.

Honoka se sentó a esperar a la clienta para hacer entrega del pedido. Vio que la recepcionista se encontraba escribiendo. De pronto por la parte de abajo del mueble se comenzó a asomar una mancha naranja, miraba para todos lados, ¿una niña? ¿Qué edad tendrá? se preguntó Honoka. La pequeña daba sus pasos sigilosamente, afirmó su espalda en el mesón caminando de lado intentando que la recepcionista no la viera, para su suerte entró una llamada y la mujer que estaba detrás del mesón tenía su atención en contestar. Honoka estaba aguantando la risa que le provocaba ver a la pequeña escurridiza en su "misión de escape", continuó mirándola atentamente y cuando por fin iba a correr unas manos la tomaron por la axila y la levantaron.

—pequeña, mikan traviesa — le habló una mujer a la pequeña.— vamos cariño, te escapaste de clases, es hora de volver— y como si le hubieran dicho lo peor del mundo, la pequeña comenzó a llorar y tirar golpes hacia la mujer que la sostenía en sus brazos.— no, Chika— esquivaba uno que otro golpe de la menor, mientras intentaba agarrar sus manos. La niña soltó un llanto mas fuerte, el cual asustó a Honoka, quien no dejaba de mirar la situación. La pequeña en unos de sus arrebatos, sus ojos enfocaron a la pelijengibre sentada solo unos pasos más lejos, sus ojos se encontraron y la menor comenzó agitar sus manos en dirección de la ojiazul. La amante del pan se asustó y se tenso donde la pequeña se le notaba que la veía a ella.

—¿¡Eh!? — soltó sorprendida Honoka. La menor apuntaba hacia ella en todo el llanto del momento.

—Maaaa... — grito la niña llorando. La señora que tenía en brazos a Chika, se giró hacia la dirección en que la menor estaba haciendo el berrinche. Se le quedó mirando a esa extraña que estaba sentada en el sillón de espera — maaaa.... — volvió a gritar.

— Chika, cariño, tranquila... — acomodó a la menor en sus brazos y la comenzó a balancear intentando calmarla, camino de lado a lado pero aun así no se calmaba. En medio de todo el llanto de la menor, al lugar llegó una pareja que necesitaba atención y la muchacha de la recepción había desaparecido del lugar en que se encontraba— tranquila... — pero la pelinaranja no se calmaba y volvió a moverse en dirección de Honoka.

Honoka sentía su pecho apretado, su respiración estaba un poco agitada y sus ojos no se apartaban de la niña que estaba en pleno llanto. Su corazón latía muy rápido y ya no pudo aguantar más, se levantó de donde estaba para acercarse a la mujer y a la niña— Yo... eh..., disculpe — no le salían las palabras. La mujer que cargaba a Chika la miró de arriba a abajo — se que soy una desconocida, pero la pequeña, yo... quizás podría ayudar... — indicó la omega. La señora no confiaba en la joven omega frente a ella, era una extraña, pero necesitaba despachar a la pareja que había llegado.

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⏰ Última actualización: Apr 15 ⏰

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