Mi maldita perdición.
Aegan Cash:
Esto iba a ser pan comido, ganar a alguien que ni siquiera sabe jugar. Igual me debería sentir mal por la cantidad de dinero que está apunto de perder la pequeña Hidalgo, pero... nah.
Observo a Atenea Hidalgo sentarse con desconfianza en la silla que segundos atrás ocupaba su hermano, la chica está buenísima, observo sus ojos azules y sus labios rojos carnosos y... mierda, creo que estoy babeando. Nunca he babeado por una chica, pero Atenea Hidalgo no es una chica normal, ella es una diosa del Olimpo, es la verdadera heredera de los dioses de la belleza. Cualquier persona que se haya cruzado con Atenea Hidalgo la recordará, sea por lo que sea, Mariana —por ejemplo—, la recordará siempre como la chica que la dejó en ridículo sin siquiera molestarse en ser agresiva. La verdad es que Mariana es un poco muy hipócrita, me pone de los nervios, siempre ha estado obsesionada con los Hidalgo y mis hermanos —incluido yo—.
Es una acosadora, literalmente, como la Raquel esa que es novia de Ares. Sólo que Ares también la acosaba a ella, y... digamos que a Mariana no la acosa ni su puta madre para preguntarle qué quiere de comer.
Un carraspeo me trae de vuelta al mundo.
—Cash, te toca.
Carraspeo y suelto un:
—Sí, claro.
Y me dispongo a repartir las cartas, le doy una a Atenea cuando ella hace cara de estar perdida cuando le pregunto si quiere una.
Seguimos jugando mientras observo divertido a Nea, lo gracioso es que llevamos ya tres rondas y no ha perdido ninguna.
Unos minutos después ya habíamos llegado a la ronda final, sólo quedamos Nea y yo.
Evidentemente voy a ganar yo, tengo un full-house que cuenta con tres reinas y dos dieces. Es imposible que ella siendo la primera vez que juega me gane.
Tiendo las cartas sobre la mesa boca arriba con una sonrisa ladina, es ese momento en el que su cara de confusión desaparece para darle paso a una de triunfo.
Oh no.
Oh no.
Posa sus cartas en la mesa lentamente y...
Mierda.
Mierda.
—¿Qué pasa Cash? Has ganado, ¿no? —Como la odio
—Sabes muy bien que no, Atenea.
—¡Atenea!—exclama haciéndose la sorprendida —alguien debe de estar bastante molesto. —canturrea.
—¿Hace cuánto que juegas? —deja de lado su papel de inocente y buena para contestar.
—Desde los cuatro años, me enseñó Artemis.
—Ya veo...
—Pero bueno, como que te he ganado me llevo el dinero que le tendré que dejar a Ares en cinco minutos cuando vuelva y no tenga qué apostar —.Se levanta y se aleja, pero antes de desaparecer completamente de mi campo de visión se gira y suelta un "Adiós Cash" guiñando el ojo que me vuelve loco.
Definitivamente Atenea Hidalgo va a ser mi perdición.
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Este capítulo es cortísimo, lo sé. Tipo son como 444 palabras o algo así, peeeerooooooo. Es que lo tengo escrito en la versión de Atenea, y pues... eso.
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Fake News - Aegan Cash
Fanfiction-¡Aegan Cash! ¿Cómo te atreves? -¿Qué pasó, qué hice? -¡Me pusiste en tu estúpida lista! -Tranquila Nea, intentaré no ser demasiado bueno. -¿Cómo? -Pues sí, para que me puedas soltar después de los 90 días. -Para que te pueda soltar. El que no me va...