Capítulo 11

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Atenea Hidalgo:

Estoy esperando a Jude sentada en un banco del centro comercial, ¿por qué tarda tanto en llegar? ¿Le habré caído mal? Seguro que fue porque la invité a salir a los veinte minutos de conocernos, la habré asustado. ¿Es que no puedo hacer nada bien?

¡Ate!

Calla conciencia, no estoy de humor como para que te burles de mí.

Ya, bueno, me parece perfecto, pero no he sido yo.

¿Cómo?

—Lo siento muchísimo —esas son las primeras palabras que me dedica Jude, quien llega hiperventilando y jadeando —es que, se me ha hecho tarde en clase y pues, he tenido que venir corriendo porque el bus no pasaba hasta dentro de... media hora.

Sonrío un poco al oír su historia, no me ha dejado sola, no me odia.

Al menos no aún.

Te voy a despedir. Ya no te quiero.

Seamos sinceros, ¿alguna vez lo hiciste?

—No pasa nada, tranquila. Tampoco llevaba tanto tiempo esperando.

Jude se reincorpora ya que estaba apoyada sobre sus rodillas intentando recuperar el aliento.

—Que alivio, me siento como si estuviera de vuelta en Educación Física corriendo vueltas al campo mientras el profesor estaba sentado tan tranquilo.

Me río ante su comentario.

—¿Entramos? —Le ofrezco, y ella asiente.

Al entrar en el centro comercial nos invade el ambiente de compras: el aire acondicionado a mil, la música, la gente yendo arriba y abajo y los puestos de café que hay donde la gente se sienta tranquilamente a tomar algo.

Mis ojos buscan automáticamente un sitio en específico, y cuando lo encuentro no puedo evitar sonreir.

—Jude, me da igual qué tipo de ropa quieras comprar o a qué tiendas quieras ir. Pero que sepas que a la librería vamos porque vamos.

Jude suelta una carcajada.

—Vale, vale, como quieras. Pero antes tenemos que ir a comprar ropa, hay que llegar sexys para darle celos a los Cash. —Hace un movimiento extraño causando que yo estalle en risotadas.

Nos pasamos toda la tarde entre tienda y tienda, hablando de todo y nada a la vez. Me siento cómoda con ella. Me cae bien.

Y el momento ha llegado. El momento para el que me he pasado horas caminando y diciéndole a Jude si le quedan bien o no las cosas:

Estamos entrando a la librería.

Wow, que alegría.

Calla, o te echo a patadas de mi cabeza.

En cuanto entramos me dirijo a la parte donde sé que están los libros juveniles y enseguida empiezo a ojear los libros.

—Dios, los quiero todos. —Suspiro.

Jude ríe.

—Bueno, eres millonaria, ¿no? ¿No puedes comprarlos todos?

Suspiro.

—Ojalá, pero no. No soy yo la millonaria sino mi padre, y me han dejado muy claro que no me van a dar dinero para que compre libros.

—Que triste. —Dice sonriendo.

—Lo sé. —Hago ver que mi mano es una pistola y me disparo con ella. Seguidamente saco la lengua cerrando los ojos.

—Strange... parece interesante, ¿no? Me gusta el de la portada. —Oigo la voz de Jude y en seguida me acerco a ella.

Fake News - Aegan CashDonde viven las historias. Descúbrelo ahora