Mi nueva familia era un gigantesco cambio a la que tenía antes. Creo que nunca, realmente, extrañe a mis antiguos padres.
La nueva casa en la que vivían era mejor que la cabaña y, ciertamente, que mi antiguo hogar. Tenía un cuarto para mí solo, tenía un jardín con juegos variados como un columpio, un playground e incluso una piscina, aparte de ser gigante. Tenía árboles grandes, en donde me podía subir y ver a un par de cuadras de mi hogar. La vista era hermosa en la mañana; me acuerdo en las vacaciones de verano despertarme realmente temprano para ver como salía el Sol y, mas tarde el mismo día, como bajaba el Sol. Había incluso un carro eléctrico como si fuese una 4X4, que iba lento pero se sentía bien.
La casa era hermosa: dos pisos, blanca con un pequeño balcón donde estaba mi cuarto. Al entrar, a mano derecha estaba la sala, en donde había un par de sofás, una TV de projector gigante con bocinas, y un reproductor de VHS y DVD. A la izquierda, estaba un baño común y corriente. Más adelante, estaba el comedor y la cocina en sí, que estaba muy avanzada tecnológicamente en su momento, y olía bien el hogar. El segundo piso era un cuarto de "almacén", la recamara de mis padres y mi cuarto, para mi solo. Tenía muchos juguetes, una TV, un Playstation 2 e incluso una cama individual mi cuarto.
Los vecinos no decepcionaron. Había niños de edad similar a la mía, niñas y niños, todos bien vestidos, amables y que aceptaban casi cualquier idea. Jonathan era el único que estaba más "vigilado", y por ello no hacía algunas cosas sin que sus padres estuviesen en el lugar, lo que evitaba quen nos pudiesemos lanzar de bolita a la piscina o subir a los árboles, por ejemplo. Pero, a fin de cuentas, todo bien.
Pero, a pesar de esto, no podía olvidar a Katherine. Había encontrado a una niña un poco más grande que yo, Martha, que se parecía algo a ella físicamente, pero nunca me encantó; su personalidad simplemente no tenía nada de semejante a la de Katherine. A pesar que mis padres, Marcus y Gracie, me llevaban a la Gran Feria de Sgrand, nunca me dejaron ir a la cornisa en donde podría encontrar a Katherine. Mi mayor éxito fue cuando tenía ocho años (o al menos se supone; mi fecha de nacimiento fue asumida como el 13 de abril de 1996), y la logré ver a lo lejos. Parecía inmuta, con una pequeña sonrisa y mirando a la islita. Un libro a su lado, como era de esperarse. No pude hablarle, porque mis padres me atraparon yendo al lugar y no esperaron a mis explicaciones. Pero pude verle el rostro, y seguía igual de hermosa como lo fue el primer día. Nos miramos a los ojos, yo con una tristeza enorme y ella con una pequeña felicidad. Lamento no haber corrido en lugar de caminar lentamente al lugar.
Aun así, mi vida seguía. Estudié en el Colegio de Hyrnt la primaria. Iban mis vecinos allí, así que nunca estuve solo, al menos no físicamente. Para la secundaria, mis padres se mudarían a Friderick debido a que mi padre recibió una oferta de trabajo que no podía rechazar, y tuve que decidir si quedarme aquí, o irme a Friderick con la esperanza de encontrar a Katherine. Siendo una ciudad relativamente grande, no tenía muchas esperanzas, pero no la quería abandonar. Así que imaginense la sorpresa de mis padres cuando, en lugar de quedarme en Friderick, me quise ir con Marcus.
-¿Perdón? Hijo, sé que te gusta viajar y salir, pero no sé si Friderick sea realmente una buena decisión. Ya tienes amigos y compañeros aquí. ¿Por qué abandonarlos?
-Padre, estoy seguro de esto. Extrañaré a mi madre, pero quisiera realmente ir a Friderick y quedarme un tiempo allí contigo. ¿Se puede?
-Eh, pues, creo que sí - decía mi padre, de forma dudosa y a la vez sorprendido por mi insistencia. -Sí, no veo por qué no realmente, si eso es lo que deseas.
-¡Gracias, Marcus!
Fue la primera vez que le llamé por su nombre de pila.
No podían cancelar mis estudios obviamente, así que decidieron meterme a la Gran Secundaria Estatal de Sir Yangdo (un título demasiado elegante para una escuela, pensaba al escucharlo por primera vez). Me despedí de mis amigos y familiares en Sgrand, y me hicieron a mi y a mi padre una fiesta de despedida el día antes de ir al aeropuerto. Fue emotivo el estar allí, ver a mi madre llorando de felicidad y tristeza a la vez, al ver a su "hijo" y esposo salir de allí. Tuve remordimientos de abandonarla aquí, pero no podía arrepentirme ahora. Subí al avión, y me senté atrás de mi padre, casi al final del aeroplano. Fue un viaje tranquilo; tomé una siesta, leí una guía sobre Friderick que daban gratis en el vuelo y que decía de cosas como restaurantes, museos y lugares por el estilo. Finalmente, usé mi Gamestation Dual Touch (GDT) para jugar algo de Civilization.
Una vez tocado el suelo, toda duda sobre el vuelo se disipó.
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Ultimo suspiro
RomanceDespués de pasar por una infancia dura, un niño que se llama Alexandro es abandonado en una pequeña cabaña en el Gran Bosque de Sgrand. A pesar de estar todo en contra de él, una pequeña niña cambiará su destino y vida.