Una cita

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Observaba fijamente la planta que decoraba la entrada de aquella cafetería, casi podía compararse con ella, marchita, incluso si en ese momento estaba siendo regada.

Supo que su día sería terrible desde el momento en que apago la alarma para seguir durmiendo. Llego tarde a clases y tuvo que aguantar toda la mañana con una sudadera húmeda que hacia sus brazos doler por el frio que sentía, era su culpa por olvidar sacar la ropa de la lavadora. Ni siquiera había desayunado, se sentía del asco.

Era curioso como días anteriores había estado celebrando el hecho de que tendría una cita con el chico del cual estaba totalmente enamorado y en ese momento, su estado de ánimo estaba por los suelos, en su mente solo había preguntas que desencadenaban aún más preguntas.

Simplemente siguió observando a la planta, perdido en sus pensamientos hasta que su orden llego. Juzgaba mentalmente las prendas que recordaba existentes dentro de su armario, que de siempre usar las mismas, podía compararse perfectamente como alguna laguna dentro de sus recuerdos en la que apenas recordaba un par de camperas.

Pago su cuenta y camino aun divagando en el cómo debía vestir el día siguiente hasta su hogar, donde como de costumbre se encontró con la carta que su madre dejaba todos los días indicándole algunas cosas que debía hacer y la bolsa de las compras para la cena.

Él era totalmente capaz de hacer todo aquello por su cuenta, pero su atareada madre seguía haciéndolo como si el aun fuera el niño que tuvo que aprender a sobrevivir solo cuando su madre comenzó a trabajar.

Luego de cumplir con sus encargos se perdió en su habitación en busca de algo decente para usar al día siguiente, no recordaba cuando había sido la última vez que limpio su armario o cuando fue la última vez que lo renovó, todo lo que encontró ahí dentro era la misma ropa que usaba desde hace un par de años, nada que lograra convencerlo.

Termino con su habitación echa un desastre con ropa por todos lados, en su cama bajo una enorme pila de inseguridades sobre su cuerpo que desconocía en que momento les había puesto tanta atención.

Tal vez últimamente había estado exagerando con la comida y los postres....

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El sábado finalmente llego, avergonzado ante la simpleza de su vestimenta comparada a la de su amigo sentado junto a él en la espera de sus mayores. Hyunjin fue el primero en llegar, puntual y tan radiante como siempre que a pesar de vestir casual él lograba resaltar cualquier prenda con su belleza.

Los acompaño en su espera hasta que Chan y Minho aparecieron, el ultimo ganándose un par de miradas confundidas, era algo cruel de su parte no haberlo incluido en su salida, así que él se había invitado solo, tampoco es como que dejaría a Hyunjin coquetear con su chico sin hacer nada.

—Disculpen si los hicimos esperar demasiado—Bang se apresuró a decir antes de formar una sonrisa de labios apretados.

Se quedaron esperando un rato más a la cita de Minho, algo que sorprendió a todos. Finalmente llego un lindo chico de ojos pequeños y con brackets, estaban muy lejos de comprender porque Minho miraba con malicia hacia Hyunjin quien de repente cambio su semblante.

Nadie presto demasiada atención a eso y se encaminaron a la plaza, su plan era ir a comer y luego irían al cine. Buscaron un sitio casual y luego de ordenar se perdieron en su amena plática con la cual buscaban conocerse más.

—Te vez muy lindo hoy—Su sonrojo no tardó en aparecer, a sus ojos lucia patético pero la linda sonrisa que Chan le dedicaba lo hacía sentirse como el chico más lindo del planeta.

—Gracias—musito apenas audible mientras una tímida sonrisa se escaba de sus labios.

Cuando la comida estuvo frente a ellos se dispusieron a comer. Felix aún tenía a su mente atormentándolo con su físico lo que le impidió disfrutar de su comida, aun así nadie más que el pareció notarlo.

¿Cómo se podía describir la mágica sensación que invadió su cuerpo cuando Bang tomo su mano una vez salieron del establecimiento mientras caminaban hasta su próximo destino? No lo sabia pero le agradaba. Ellos dos parecían ser la única pareja del grupo mientras los otros 4 solo se molestaban entre ellos.

Jeongin había encajado a la perfección en aquel grupo a pesar de ser menor que todos ahí.

Eligieron la película y compraron las palomitas que incluso antes de que comenzara ya quedaban bastante pocas. Al principio él, intentaba mantener su atención en la pantalla, intentando ignorar la repentina cercanía que el mayor había formado al pasar su brazo por sobre sus hombros, no le incomodaba ni tampoco se quejó.

Ni siquiera noto el momento en el que la película perdió relevancia y se hundió en los labios ajenos, sus movimientos eran torpes ya que además de su primer y desastroso beso, nunca había besado a alguien más. Ninguno de los dos se percató del momento en el que Han había robado sus palomitas, dejando en el lugar su envase vacío.

La sensación de tener millones de mariposas revoloteando en su estómago y la estúpida sonrisa que no supo esconder cuando ambos se separaron completamente perdidos en el otro, su cuerpo tembló ligeramente cuando el mayor volvió a juntar sus labios con los suyos y sin buscarlo, había descubierto una nueva adicción.

¿Pero como estaba seguro de que él no era solo un juego para el mayor? Al ser tan fácilmente manipulable, la idea era factible y mas si este sabía que gustaba de él ¿Por qué no usarlo a su favor? Tan pronto como la película término salió huyendo de aquella sala sin importarle la lluvia con la que sus lágrimas se mezclaban.

Llego a casa triste y empapado sin saber porque aquel sentimiento lo invadía cada que se sentía bien con algo, cada que lograba sentirse feliz. Su madre no lo cuestiono cuando sin siquiera detenerse a saludarla y contarle como le fue, subió las escaleras y se encerró en su habitación.

Tal vez había sido un poco impulsivo ¿Cómo se supone que lo vería el lunes a la cara? Era un tonto.  Sin saber que Chan también estaba decaído al imaginar que tal vez había asustado al pecoso y que él era el tonto por acelerar las cosas y no controlar sus impulsos.

INSECURITIES// ChanlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora