INSECURITIES// Chanlix

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Un puchero involuntario se escapaba de sus labios mientras su brazo se estiraba lo más que podía para alcanzar el celular en su escritorio, tal vez, hubiera sido mucho más fácil levantarse, que hacer todo aquel esfuerzo inecesario, pero la pereza en su cuerpo podía más que él. El celular que llevaba vibrando desde hace un buen rato, lo más probable, de mensajes del grupo de chat con sus amigos razón por la que no le tomo demasiada importancia, la mayoría de esos mensajes eran audios de Han cantado o cosas graciosas que Hyunjin encontraba en el maravilloso mundo del internet.

Después de batallar mucho con la distancia entre el escritorio y su cama, termino en el suelo resignándose finalmente a levantarse. Desbloqueo su celular que estaba al tope de notificaciones y tal como lo predijo todos eran del grupo y en su mayoría eran cosas inútiles.

Pensaba volverlo a bloquear y regresar a la comodidad de su cama, hasta que distinguió entre las notificaciones del chat de su novio con mensajes invitándolo a salir hace más de una hora, se sintió muy mal al imaginar a Chan en espera de una respuesta que de inmediato le respondió junto a stikers de adorables pollitos llorando mientras suplicaba por perdón.

No era el gran delito pero lo hacía sentir mal, al final Chan quedo de ir a su casa, para hacer nada juntos, algo gracioso y tierno porque significaba que aun si no hacían nada Chan disfrutaba de pasar tiempo con él, eso lo hacía sentirse extremadamente feliz.

Su felicidad duro poco cuando sus ojos viajaron por el desastre que era su habitación, sus constantes episodios de tristeza, en los que no tenía ganas de nada hacían que se olvidase de la limpieza por completo y que esta misma no le importase. Suspiro rendido, tenía unos cuantos minutos para ordenarlo todo.

—Buenas tardes, señora Lee—Se escuchó desde la planta baja anunciando la llegada de su chico.

—Que gusto verte, hijo—Fue su madre la que hablo—Adelante, Felix está arriba—Informo y posteriormente se escuchó el sonido de los pasos subiendo las escaleras y finalmente Chan llego a su habitación que con suerte lograba lucir en orden.

—Hola—Dijo tímido dejándolo ingresar en su pieza y el mayor correspondió a su saludo con un tierno beso en las mejillas pobladas por manchitas.

—Te ves muy lindo—Elogio al menor, quien no había notado que aún estaba en pijama hasta ese momento, de inmediato el color subió hasta sus mejillas gracias a la vergüenza.

La tarde era serena, ambos tirados en la cama con la laptop en sus piernas mirando una serie. La madre del pecoso había sido muy amable al llevarles algunos bocadillos hasta la habitación. 

 La tarde era perfecta, en brazos del mayor a nada de caer en el mundo de los sueños debido a la comodidad del momento, un tercero interrumpió en su habitación como si fuera propia, ni siquiera fue necesario abrir los ojos para saber de quien se trataba; el sonido de las escaleras siendo subidas a toda velocidad y la puerta siendo abierta de par en par solo apuntaban a una persona y eso si le sumaba el hecho de que su madre no hizo ningún ruido: los Lee estaban tan acostumbrados a Han Jinsung invadiendo su hogar como si fuera propio que era casi considerado un miembro más de la familia.

—Necesito de tu ayuda—Soltó sin siquiera saludar, dirigiendo su mirada a la tierna imagen que acaba de arruinar con su repentina aparición, ambos australianos se incorporaban sentándose sobre la cama, el menor con un quejido de molestia,que, al recién llegado no le importo.

—No le diré a tu mama que te deje quedarte a dormir, solo para que te vayas a no sé dónde—La expresión del contrario le confirmo que eso era justo lo que el chico quería, era algo predecible.

—Por favor—Se dejó caer al suelo sobre sus rodillas mientras le suplicaba a su pecoso amigo y Chan solo era un simple espectador.

Un rato después de suplicas y negaciones finalmente Felix tomo su celular para marcarle a la madre del chico y con un tono dulce pedirle que lo dejara quedarse por esa noche y la madre al conocer tan bien al chico acepto sin problemas.

—Te quiero aquí para el desayuno—Lo apunto con un dedo antes de que el chico abandonara su habitación y ambos australianos volvieron a perderse en su burbuja.

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Las miradas puestas sobre él, nunca lo habían hecho sentir tan incómodo desde la vez que llego a corea por primera vez y sus compañeros solo lo observaban, algunos curiosos del alumno nuevo, otros tantos como si fuera inferior a ellos.

No lo recordaba, hasta ese momento, el tan delgado y débil, tan manipulable y torpe que apenas si podía entender a sus compañeros al no hablar muy bien el coreano, sus falsos amigos y los comentarios que lo marcaron por muchos años, la muerte de su padre y los conflictos con sus familiares australianos lo hacían sentir vacío.

Nunca le gusto recibir demasiada atención, nunca le gusto molestar a nadie con sus problemas y sobre todo nunca le gusto ser tan frágil, tan soñador, tan estúpido...

Porque en ese momento todos se burlaban, el mismo se burlaba y se denigraba frente al espejo del baño cuando por fin reacciono y logro huir del mundo, de las burlas, de su torpeza y logro llegar al baño donde se rompió más de lo que ya estaba en ese momento mirando con furia su propio reflejo mientras las lágrimas caían por sus mejillas y su respiración comenzaba a agitarse.

¿Qué le hizo creer que tenía talento? ¿Qué lo motivo en un principio a presentarse en aquel ridículo evento? Su madre ni siquiera estaba presente y aunque en un inicio lo desanimo ahora le alegraba, no tenía por qué ver lo ridículo que era su hijo, no merecía esa vergüenza.

Aun se mantenía fresco en su memoria el recuerdo de aquel día, tras su ridícula caída y la estúpida broma que le jugaron, luego de llorar y odiarse a sí mismo por un largo rato en los baños escolares,frente a él, Jinsung se presentó para tenderle una mano y sin saberlo comenzar a forjar la amistad más linda y verdadera que alguna vez tuvo.

—Lix—La voz de Minho lo trajo de nuevo a la realidad, sacudió su cabeza despejando su mente de aquellos recuerdos y tomo la mano que le ofrecía el contrario para levantarse del suelo—Estas bien?—Le cuestiono y el únicamente asintió con la mirada gacha.

—Vamos al baño—Jinsung a su lado propuso, aun si era lógico y necesario, al menos que quisiera pasearse por la escuela con la ropa llena y con olor a comida. Otro patético día haciendo su debut con el doble de estilo que ocasiones pasadas.

—Que torpe soy—Rio sin muchas ganas mientras desabotonaba la camisa del uniforme, las manchas de salsa no saldrían tan fácilmente de su ropa, suspiro cuando noto que la mancha se había transferido a la camiseta que llevaba por debajo.

—Me pareció que ese chico lo hizo a propósito—Bang hizo acto de presencia tendiéndole a su novio su sudadera—Ponte esto—Le dijo.

Claro que lo había presenciado desde la distancia junto a Hyunjin y Seungmin cuando fueron a buscarlos en la cafetería. El pecoso no dijo nada, inevitablemente a su cabeza solo llegaban fragmentos de su horrible presentación en la secundaria, no era la primera vez que le volcaban una bandeja de comida encima.

—Porque nadie me dijo que había reunión en el baño?—Hunjin llego solo un poco después para romper la tensión después de golpearse con la puerta de uno de los cubículos—Me preocupe cuando te quedaste en el suelo y no te levantaste—Admitió mientras todos salían del sanitario, sería extraño para alguien que necesitara hacer sus necesidades encontrarse con la extraña reunión que se había formado ahí.

—Quieren venir esta tarde a mi casa?—Pregunto el pelinegro después de un largo silencio, habían perdido lo que les quedaba de descanso y tenían que volver a clases, así que un par de respuestas afirmativas fue lo que se escuchó antes de que todos tomaran camino a su siguiente clase.

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Me quede sin ideas para el titulo ._. 

Reprobé física :c (ah pasado un año y sigo debiendo física 😭😭)

En fin, me di cuenta que sabra Jesucristo de dónde salio Seungmin y desde cuándo son todos tan cercanos xdxd, quizá lo arregle luego.