Desamores I

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Disfrutemos de un solo beso,

el más largo, el más profundo;

para perdernos en ardor y compasión;

donde nuestras lenguas topen y hagan el amor

mientras nuestros pechos estallan.


Hay que darnos un abrazo último,

un abrazo que me haga sacarte

de mi sentir, sin llorar más por tu ausencia.

Es hora de que te vayas, y te esfumes de mí

como el humo de mi cigarro.


Lloraré hasta que mis ojos

se marchiten como el Sahara,

gritaré hasta que mis cuerdas vocales rompan;

correré, perderé todo el aire en mí...

de mis venas te arrancaré.


Memorias tuyas ya no habrá

pues yo ya no entiendo nada

de lo que fuiste. Me cansé, no hay claridad.

Acabé con tu apatía a puros balazos

y quedaron solo cenizas.


De mis dolores es el fin,

es el fin de mi tormento,

se terminó su mitómana y triste lengua

de la que yo ya no escucho ni en mis pensamientos,

pero en él se fue mi amor.


* Luis, espero no toparte ni en la muerte.

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