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(Martes 19)

Minho se cepillaba los dientes de mala gana, su no muy querido amigo lo había obligado salir a comer, sin lograr negarse ya que sabía que era mejor no hacer enojar a Seungmin.

Terminando su labor, guardando las llaves de su casa y apagando todas las luces se dispuso a salir del lugar marcando el número de su amigo al mismo tiempo.

Minho, ¿ya estas saliendo?

— Así es, acabo de cerrar la puerta, llegaré en unos... 20 minutos, iré caminando. ¿Tú ya estás allí?

— No, pero no te preocupes. Minho.., no me odies por esto.

— ¿Odiarte por hacerme salir? Nah, esta fresco así que tampoco es la gran cosa, si llego primero me sentaré al lado de las flores.

Bien, sólo prometeme que no te enfadaras.

— Lo prometo, dramático. Ahora te cuelgo, nos estamos viendo.

Claro, adiós, espero salga todo bien.

— ¿Todo bien? ¿Seungmin? — miró su celular al darse cuenta que la llamada ya había sido cortada — Está loco, le preguntaré cuando llegue.

Guardó su celular en su bolsillo mientras se puso un audífono mientras ponía una playlist alazar disfrutando la fresca brisa que le llegaba en el rostro.

Se permitió descansar la mente, dejando fluir la música que le proporciona el audífono a su oido derecho. Se sintió tranquilo mientras caminaba calmadamente sin prisa alguna.

Había estado el día anterior muy frágil, lo sabía, se sentía bastante tonto por ser tan dramático pero es algo que no pudo controlar. Sabía que sólo debía olvidar y sanar, tal como lo había hecho con su padre, tal cómo lo hizo con su madre, como lo hizo con todo el mundo. No era el fin del mundo, debía seguir su camino y ya, sin problemas ni mas lágrimas.

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Piiii

Minho había llegado al lugar indicado hace media hora y su amigo aún no aparecía, le mando mensajes y no contestaba, lo marcaba y le contestaba el odioso buzón de voz.

Se estaba cansando y a la vez le crecía la preocupación de no saber de su amigo, respiro profundo pensando en que debería hacer, quizá ir a su casa y ver si se encontraba allí.

Se levantó de donde estaba sentado, pero se llevó la mano a su pecho al notar una mirada contraria no tan lejos de él, literalmente, a su lado.

primer paso ⌯ minsung Donde viven las historias. Descúbrelo ahora