03. Hermano.

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Sidney estaba saliendo de su habitación. El uniforme de Hufflepuff perfectamente acomodado...

No era de ella.

Una esquina de su camisa se salía de su falda, que estaba algo torcida, y el nudo de su corbata, algo flojo.

Su capa estaba a medio abotonar, y su cabello estaba en una coleta baja y despeinada.

No sabía que si una no se despierta, sus cosas la empezarían a moverse y a hacer lo típico.

Con su morral algo gastado, que había encontrado en su casa una mañana con una nota amarilla.

"Esto era de tu padre, lo usaba para siempre llevar libros y cosas para bromas. Supongo que le encantará cuando te vea con el.

-Cornamenta"

¿Quién era Cornamenta? Le dió igual, había observado el bolso una última vez en su casa antes de ir a la estación y le gustó, asi que lo tomó.

Caminó perezosamente a la sala común, atravesando la puerta circular de los cuartos de chicas.

Su sala común estaba por el pasillo de la cocina, ingresabas por un sistema de barriles, que tenías que tocar al ritmo de 'Helga Huffepuff' y si te equivocas, quedas bañado en vinagre, pero si no, uno se abre y tienes que pasar gateando (Sidney no, Sidney pasaba de pie, gateando parecía una roca de decoración) Y asi ingresas aun lugar amarillo y negro, con sillones de barriles (Aunque se veían incomodos, no lo eran) Dos puertas circulares para las habitaciones, una chimenea con el cuadro de la fundadora encima y mucha vegetación, 'Cortesía de la profesora Sprout, la jefa de la casa' Había dicho el prefecto, el cual no recordaba el nombre.

En cuanto pisó la sala, todas las cabezas se giraron hacia ella, pero con un gruñido (Que la pequeña no sabía de donde salío) voltearon a mirar otra cosa.

No sabía que hacer, faltaban dos horas para que comenzaran las clases, y seguramente Kelly y Sofi estarían dormidas porque seguramente saben como sacar ese hechizo.

Hasta que dos chicos se acercaron a ella.

-¡Sidney! Dios mio, estas echa un desastre.- Dijo Jake, hizo un movimiento de varita y la niña ya estaba 'Decente' exepto por su cabello, que seguía igual. Trató de aplastarlo con su mano, pero denuevo falló.

-Déjame, idiota.- El chico rubio lo empujó y se agachó hasta quedar a la altura de la niña. Le soltó el cabello, y con gran facilidad lo ató denuevo en una coleta alta.

-Gracias chicos, mi mañana fue pésima.- Bufó, Jake la cargó y le besó la mejilla, ganando una mirada fulminante ppr el otro chico.- Espera, ¿Tu quién eres?- Alzó una ceja mirando al desconocido, quién sonrió divertido.

-Soy Derek Lupin, pequeñaja. Y si, somos familia. Soy tu hermano mayor.- Respondió, como a quien le preguntan la hora.

Sidney abrió los ojos como platos. Una sensación rara atravesó su garganta.

Oh no.

Empujó a Jake y cayó sentada al piso, corrió a su habitación,entró al baño a toda prisa y ese familiar liquido salado pasó pasó por su garganta.

Luego, con una mueca de asco y un movimiento de varita algo tembloroso, limpió todo. Volvío a la sala común, buscando su morral, en el apuro por vomitar lo había perdido.

Y esos ojos verdes aparecieron.

-¡Sidney! ¿Qué te ha pasado? No podemos entrar a los dormitorios de chicas, pero te hubieramos seguido. ¡Dios, mírate! - Le sacudío el polvo inexistente, y luego le hizo un millón de preguntas, aunque ella solo atinó a tomar su bolso y salir en rumbo al gran comedor.

Little LupinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora