Novata

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La consciencia fue volviendo a ella lentamente.

Lo primero que sintió al despertar fue silencio. Cuando a su mente acudieron los recuerdos de la noche anterior, abrió los ojos de par en par y se irguió.

Lo primero que procesó fue que estaba en una habitación que no era suya. Lo segundo fue su desnudez. La fina sábana que la cubría ahora yacía sobre su regazo, dejando al descubierto su pecho. Por instinto, se cubrió de nuevo antes de volver a mirar a su alrededor.

Era una habitación pequeña y por lo que podía ver gracias a los pequeños rayos de sol que se colaban a través de las cortinas, se encontraba sola.

Se llevó una mano al cabello y se lo echó hacia atrás mientras se frotaba el cuero cabelludo.

Ahora todo estaba claro en su cabeza.

Se permitió unos segundos de auto-evaluación corporal porque todavía no podía creer lo que había sucedido.

De pronto, la única entrada de la habitación se abrió y por ella entró el responsable de sus pensamientos.

—Buenos días.

—B-buenos días...

—Aunque sería mejor decir tardes la verdad.

¿En qué momento te acostumbras a no sentir vergüenza al estar desnuda delante de la persona con la que te has acostado? Es decir, una vez que el deseo desaparece y vuelves a tus cinco sentidos bien puestos y debes de enfrentar la situación, eso... ¿cómo se hace?

Sintió la cama hundirse a su lado.

Iba a pecho descubierto con unos pantalones sin abrochar. Se acababa de despertar hacía escasos minutos y con semejante visión ante ella le era imposible apartar la mirada.

Sintió una mano en su mejilla y eso fue lo que la obligó a mirarlo a los ojos.

—¿Tienes hambre?

—Sí.

Su respuesta fue apenas un murmullo, pero no tenía nada que ver con la pregunta. Estaba tan ensimismada mirándole los labios al comisario que podría haber dicho que sí a la venta de su alma y ni se habría enterado.

Él rio. Quizás se había dado cuenta de que su afirmación no tenía que ver con la pregunta, sino más bien con él.

Por eso, cuando sintió de nuevo los labios del castaño sobre los suyos, supo que él quería lo mismo que ella.

No hicieron falta más palabras que las que se dijeron en entre besos.

Las expertas manos del comisario se pasaron de su rostro hasta sus brazos. De ahí, y tras unas cuantas caricias de arriba hacia abajo, se deshicieron de la sábana que ella se había empeñado en colocar a pesar de que ya la había visto por completo la noche anterior.

👑—

El turno del domingo lo sintió diferente. Tal vez el color del cielo era distinto o la poca brisa que corría era extraña, pero se sentía bien. Tenía la sensación de haberse quitado un gran peso de encima.

Y no era para menos.

Recordó con agrado la conversación que tanto ella como el castaño habían tenido tras el buen desayuno a media mañana donde aclaraban la situación que los rodeaba.

Había sido un tanto bochornoso hablar de lo que sentía hacia él, así como escuchar lo mismo de su parte mientras estaba tumbada en su pecho.

Aunque no se había definido del todo lo que eran, sí que habían llegado a la conclusión de que lo que fuese que estaban sintiendo debían de darle un tiempo para asentarse.

Por parte de él, estaba seguro de que el sentimiento era fuerte y sólido, no algo pasajero.

Por su propia parte ella creía que también, pero él la había vacilado con que era una novata en el amor aunque haría todo lo que estuviera en su mano para estar a su lado pasase lo que pasase. No iba a dejar de apoyarla jamás.

Y así, con una agradable sensación de felicidad al recordarlo todo, abrió la puerta del copiloto del zeta de su comisario y algo más, Greco Rodríguez.


FIN

👑—

Siento no actualizar ayer, era mi cumpleaños y entre una cosa y otra se me fue la cabeza xD

Pero bueno hemos llegado al final de esta historia. Sí, no me matéis por favor, algún día tenía que terminar xD.

He decidido no ponerle un nombre a la relación de los dos porque todo empezó de forma abrupta. Es decir, ellos dos se gustaron, cada uno por su propio motivo, pero hasta que no pasase un tiempo conociéndose un poco más a fondo, no tiene mucho sentido que se juren amor eterno por acostarse un par de veces, seamos sinceros xD.

Tampoco quiero que me matéis por no narrar las escenas subidas de tono.

La primera vez juntos, cuando estaban encima del tejado era una situación frenética y rápida, no me creo capaz de narrar algo así a día de hoy así que preferí dejároslo a vuestra maravillosa y, seguramente mucho mejor dotada, imaginación.

Realmente tengo -medio- escrita la escena de por la mañana, pero tampoco tengo mucha confianza en que sea buena idea publicarla, pero si la queréis la añado como un capítulo extra :D (aunque no prometo que sea pronto).

Esto es todo por mi parte, espero que os haya gustado (y lo siento por haber tardado un año y pico en continuar y finalizarla), me encantaría leer un montón de comentarios con vuestras opiniones sobre cualquier cosa de la historia.

¡Una servidora se despide!

¡Hasta la próxima! 

Novata | Greco Rodriguez (Gta Roleplay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora