Cap 2

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                                                 2-Con dos maletas acuestas.                                                         

El bus nocturno nos deja justo en la puerta de mi casa. Edvin se tambalea un poco y se ríe. Hemos bebido algún par de tragos en la terraza y estamos con ese puntillo gracioso.

- Que descanses enana - me da un beso en la mejilla.

- Gracias por este día. - Edvin se va y yo me espero a que gire la esquina.

Abro la puerta de casa con mucho cuidado para no despertar a mi madre. Son las 2 de la noche y por lo general a esta hora ella está durmiendo.

Dejo las llaves en su correspondiente sitio. Mi casa también es pequeña, consta de cuatro plantas. En la primera planta está el salón y la cocina. En la del medio hay dos habitaciones y en la parte de arriba tenemos un pequeño desván. Por último, tenemos el sótano que está en la parte más baja de la casa.

Me quito los zapatos también para no hacer nada de ruido. Subo a la segunda planta donde está mi habitación ... ¿He dicho habitación? No doy crédito a lo que mis ojos están viendo. Solo una persona es la correspondiente de este semejante destrozo. Mi madre.

Habitación vacía, sin ningún mueble. ¿Y mi cama? ¿Dónde está mi cama? ¿Cómo piensa mi madre que voy a dormir?

Me dirijo a su habitación con pasos acelerados. Abro su puerta y obviamente me la encuentro durmiendo. Sin ningún remordimiento, enciendo la luz. Veo que a hecho efecto, ya que se mueve y se cubre con las sábanas. Me acerco a su cama y la destapo.

- Niña, ¿qué haces? Apaga la luz. - el tono de voz de mi madre es elevado.

- ¿Qué significa esto que acabo de ver? ¿Dónde están mis cosas? - estoy tan cabreada que no daba tiempo a que respondiera.

Es lógico que ella sabe dónde están mis cosas. Mi corazón lleva acelerado desde que llevo aquí en esta sucia habitación. El punto de alcohol que tenía en el cuerpo ya ni lo siento.

- A... ¿Lo dices por aquella habitación? Ya ni me acordaba.

- Mama aquella habitación es mía. ¿Tanto beber alcohol que ya ni te acuerdas de lo que haces? - digo con un tono de ironía.

Es lo único que me sale. Ese punto de ironía que todos alguna vez hemos sacado cuando estamos cabreados.

- Te estoy invitando a que desaparezcas. ¿Tan lista que eres y no sabes pillar las indirectas?

Mi boca se abre en forma de o. No puedo creer que mi madre sea capaz de haberme dicho eso. A lo mejor he oído mal. Puede ser sí ...

- ¿Cómo? ¿Me estás hablando en serio? - lo digo en voz alta para saber si es cierto o no.

- Ya he recogido tus cosas, las tienes en el trastero. No te quiero volver a ver más - coge su manta y se echa a dormir - y apaga la luz al salir, que está muy cara y con tu mierda sueldo no voy a poder mantenerla.

Miro a todos los lados para saber si hay alguna cámara oculta. Pero no veo ninguna. Lo único que veo es un bulto en la cama y es mi madre.

Mi corazón comienza a latir más fuerte que antes. La respiración comienza a fallarme y noto como las lágrimas comienzan a salir.

- Qué ... ¿Qué te echo yo mama?

Me atraganto entre tanta lágrima que cae por mi cara.

- Existir y arruinarme la vida. Por eso te invito a que te vayas de casa. Tu padre ya no está para protegerte, ya eres mayorcita para buscarte las cosquillas tu sola.

No entraba en mis planes enamorarme.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora