7 de Marzo, año 2020.
Natasha Smith
Me desperté cómo de costumbre, sinceramente no tenía ganas de hacerlo, me sentía muy cansada, no quería hacer nada ese día, pero tenía cita con la psicóloga, odio ir a esos lugares, pero es mejor que estar en casa y oír los reclamos de mis padres hacía mi persona por no ser la mejor hija del mundo.
Pero nadie es perfecto, ¿Verdad? Ni siquiera ellos lo son, no entiendo por que sólo me presionan a mi. O tal vez si, soy hija única. Y a la única que, según ellos, pueden moldear a su modo.
Me levanté, acomode mi cuarto y me metí a bañar, no sabía que ponerme, generalmente no soy de las chicas que tardan horas arreglandose, así que sólo tomé unos jeans grises, una blusa manga larga negra, y mis converse blancos, era algo básico, de todas formas solo iba a una cita con mi psicóloga y regresaría a casa, no era la gran cosa.
Salí de mi cuarto, y como de costumbre, mis padres no estaban, salían desde temprano a trabajar, casi nunca están en casa, aveces llegaban temprano, aveces llegaban hasta tarde, y otras veces solo no llegaban, son empresarios y su trabajó no les deja mucho tiempo, pero supongo que era mejor para mi, cuando ellos estan en casa sólo me reclaman por todo -por nada- no tenía apetito, así que sólo tome mi mochila y salí de casa.
No me gusta caminar, pero no había quien me llevará, y tomar un transporte público seria una buena opción, pero suben muchas personas y me incomodan, algunas se quedan dormidas como si no importará nada, recargando su cabeza dónde sea, y sin mencionar sus ruidosos ronquidos, algunos más sólo hablan por teléfono todo el caminó, hablan con si fueran solos o para que todos los demás los escuchen.
Empecé a caminar, después de algunos minutos comenzaba a aburrirme, así que saque mis auriculares, los conecte a mi teléfono y puse música, eso haría más corto el camino.
Ya eran las 8:30 y estaba a punto de llegar, por mi mente paso el no ir, pero Sarah, mi psicóloga, le comentaria eso a mis padres y no quería más problemas con ellos. Al llegar toque la puerta, no tardó ni dos minutos cuando esta se abrió.
—Natasha —. Sarah me regalo una sonrisa en cuanto me vio, yo solo moví la cabeza en forma de saludo, y volvió a hablar—, te estaba esperando, pasa —. Abrió la puerta por completo dejándome pasar, no tenía más opciones que aceptar.
Ya estaba ahí, no podía decirle "sabes que no me da la gana estar aquí y me regreso a mi casa" o tal vez si podía, pero no lo haría, así que tocaba quedarme ahí por una larga y aburrida hora, así que solo pase y me senté en un sillon frente a su escritorio.
—Dime como te fue esta semana, ¿Mejoraste en algo?
Sinceramente no había algo nuevo, y claramente no había mejorado nada, se supone que platicaria con mis padres respecto a como me siento cuando me critican o dicen las cosas en las que no soy buena, pero la última vez que lo intente no salió tan bien cómo esperaba.
5 de enero
Me encontraba llegando de mi cita con Sarah, me había dicho que hablará con mis padres, y acepte, pero no fue buena idea—. Madre, padre ¿podemos hablar? —dije algo nerviosa al entrar a la casa.
— ¿Qué pasa nat? Sabes que estamos ocupados. —dijo mi padre sin tomar importancia a lo que les queria decir, que raro que estén ocupados para mi, obviamente no me sorprendía.
—Siempre lo estan
—susurre más para mi que para ellos y baje la mirada, pero mi madre lo noto.
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Todo Por Ella
Разное¿Qué pasará en la vida de Kenai? ¿Lo dará todo por ella? ¿Natasha sabrá apreciarlo? Kenai está dispuesto a dar todo lo que tenga por ella, la amara como nadie más lo hará. Natasha aprenderá a amar, y el será su primer amor verdadero, pero, ¿Será el...