Natasha Smith
Pude escuchar mi despertador a lo lejos pero decidí ignorarlo, quería seguir durmiendo, al parecer no fue buena idea ver tele hasta tarde, estaba consiliando el sueño cuando rosita entro a mi cuarto.
—Señorita Natasha, debe levantarse ahora, de lo contrario se le hará tarde para ir al instituto.
No me importaba en lo absoluto si faltaba hoy a clases, no soy la niña que siempre saca diez pero tampoco la que lleva seis, me mantengo en un rango medió, por así decirlo, rosita fue persistente solo suspire y me levanté de la cama.
—Perfecto — me dio una sonrisa, ¿Se supone que tenía que darle las gracias por interrumpir mis sueños? Pues obviamente no lo haría — el desayuno estara listo en unos minutos, se arregla y baja a desayunar — dicho esto se dio la vuelta, salió de mi cuarto y supongo que se fue a terminar el desayuno.
Realmente no quería ir al instituto, no me sentía del todo bien, me dolía un poco la cabeza pero no tenía otro opción, me metía a bañar, al salir me dirigí a mi closet y solo saque mi uniforme para deportes, no entiendo porque no podemos llevar ropa normal, me vestí, arregle mi cuarto, termine de arreglarme y baje a desayunar, y ahí estaba rosita, sirviendo el desayuno, se veía tan feliz, cómo es posible que alguien esté tan felíz en la mañana.
—Coma señorita, el autobús esta apunto de pasar — dejo un plato de comida frente a mi.
—Gracias — la comida se veía apetitosa, sin embargo no tenía hambre, así que sólo comí un poco de cada cosa que me había servido.
Le agradecí de nuevo y me vi con la obligación de salir ya que el autobús estaba afuera de mi casa, acuestas me subí y me senté en los asientos de atrás, con suerte nadie se sentaría ahí.
En el trayecto cerré los ojos, aún tenía sueño, al cerrarlos la imagen de Kenai con su sonrisa juguetona se hizo presente, por inercia sonríe, no entiendo porque vino el a mis pensamientos, después de todo no era mi persona favorita, pero debo admitir que es muy atractivo.
Ignore mis pensamientos y me levanté del asiento, ya había llegado pero me esperaba hasta que todos bajarán y bajar yo al final.
Todo iba tan bien, hasta que senti a alguien caminar junto a mi, era Nadia, mi mejor amiga, me gustaba hablar con ella, pero hoy no estaba de humor, y no quería tratarla mal, no pasó mucho tiempo en silencio hasta que hablo.
—¿Cómo te a ido esté fin de semana? — me miro y sonrió, ella se preocupaba mucho por mi, así que no le diría la verdad.
—Bien, ¿Que tal te a ido a ti? — fingi una sonrisa que exitosamente creyó.
—De maravilla, no sabes lo bien que la pase, mis padres decidieron pasar más tiempo conmigo — empezo a hablar de lo bien que la pasó hasta que dijo — ¡oh! Lo siento, estoy hablando mucho — dicho esto me miro apenada.
En realidad no me molestaba que hablará tanto, al menos así podía distraerme un poco — no, tranquila, sigue hablando — me sonrío y sigo hablando mientras caminábamos al salón, al llegar nos sentamos juntas, tocaba matemáticas, no es mi clase favorita pero es mejor que el taller de teatro.
Habían pasado ya dos clases, Nadia ya estaba pensando en que comería al tocar la campana, yo solamente quería salir e ir a la biblioteca y leer un rato, y así fue, le dije a Nadia que iría a leer, insistió un rato para que fuera a comer algo, pero no tenía hambre, después de unos minutos acepto, se fue a la cafetería y yo me diriji a la biblioteca, algunos me hablaban para saludar y otros para burlarse, pero ya estaba acostumbrada y eso no me afectaba o eso queria pensar, llegue, tome un libro sobre estrellas y me senté en una parte alejada y solitaria, no tarde mucho tiempo sola cuando lo vi, Kenai se acercaba hacia mi, decidí no tomarle importancia, el sólo llegó y se sento sin decir nada.
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Todo Por Ella
De Todo¿Qué pasará en la vida de Kenai? ¿Lo dará todo por ella? ¿Natasha sabrá apreciarlo? Kenai está dispuesto a dar todo lo que tenga por ella, la amara como nadie más lo hará. Natasha aprenderá a amar, y el será su primer amor verdadero, pero, ¿Será el...