La despedida Cap 40

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Narra Kenia:

Se supone que hace unas horas llegué al hospital, me sentía rara. Cómo si algo me faltará.
Al momento que desperté, llegaron demasiados doctores y enfermeras, me chacaron todo y me volví a dormir. Después de nosé cuánto tiempo sentí que alguien estaba al lado de mi, abrí los ojos poco a poco y era Ramón. Le sonreí, pero me llegó rápido a la mente a mi bebé.

Kenia: y mi niño? -dije preocupada-

El no me contestó, solo agachó su cabeza mi mire como se limpiaba las lágrimas, levanto la cabeza y me miró.

Ramón: Shofi, tenemos que ser fuertes -me tomo la mano con fuerza-

Me imaginé lo peor.

Kenia: Ramón y mi bebé! -dije alterada-

Ramón: el... El no sobrevivió -dijo con la voz cortada-

Kenia: QUE! es broma? -el negó con la cabeza-

Ramón: trataron de hacer todo lo posible por salvarlo, era el o tú. -limpio rápido una lágrima -

Kenia: donde está? -hable llorando-

Ramón: más tarde nos darán el cuerpo o solo las cenizas, si quieres tu decides -tomo mi mano con fuerza-

Se levantó de dónde estaba sentado y me abrazo, no podía abrazarme del todo bien, ya que yo estaba medio acostada y con un brazo roto.

Ramón: te amo demasiado amor, te prometo que saldremos pronto de está -beso mi cabeza-

Después de media hora Ramón salió y entraron mis hermanos y mi papá, lo que significó más lloradera. Más tarde pasaron mis cuñados y mis suegros. Mi suegra estaba destrozada al igual que yo.

Una hora después me dijeron que podía ir a despedirme de mi bebé ya que se lo llevarían al crematorio, pues decidimos cremarlo. Al entrar mire que tenía mucho parecido a Ramon, traía puesto un conjunto en todos azules claro y blanco, era muy pequeño. Me lo prestaron para alzarlo, y volví a caer a las lágrimas. Sus manitas eran muy pequeñas, Ramón entro poco tiempo después y me abrazo por detrás.

Ramón: se parece mucho a mi -dijo acariciando su cabeza-

Ni siquiera tenía fuerzas para hablar, así que solo sonreí.

Cómo dos horas después me dieron de alta, fuimos directo a casa mia y de Ramón, me llevaron a mi habitación, en cuanto entre las lágrimas se apoderaron de mi de nuevo, ya que mire una pequeña cuna que teníamos para el bebé.

Me acosté en la cama, rápido Ramón me acompaño.

Kenia: lo extraño demasiado -dije recibiendo un abrazo de el-

Me quedé dormida minutos después ya que Ramón me estaba haciendo piojito.
Nosé cuánto tiempo paso, pero Ramón me llamo para que fuéramos al crematorio por el bebé.

En el camino pensamos como lo íbamos a registrar, ya que teníamos que hacerlo.

Decidimos por solo ponerle Fernando, su nombre completo sería Fernando Vega Álvares.

Fuimos por las cenizas, por lo que se mi suegra y mi papá se pusieron a organizar el velorio en nombre de Fer, Brian me dijo que mi mamá pudo volar a México, así que probablemente en unas horas la vea.

Llegamos a casa de mi suegra, ahí se llevarían a cabo los rosarios, había muchas rozas blancas, y juguetes, enfrente a mi había una pequeña mesa donde se supone que tenían que ir las cenizas.
Yo las tenía en una pequeña caja, me dijeron que ahí la pusiera, pero no podía, no me quería despojar de mi niño. Pero finalmente tenía que.

Llegaron familiares y amigos muy sercanos.

Después de varias oraciones no podía dejar de llorar, que iba a ser yo son mi bebé, Ramón lloraba solo de ves en cuando, sabía que se estaba muriendo por dentro, pero se hacía el fuerte.

Después de un ratito empezaron a dar un tipo de refrigerio, la gente se empezó a despedir para después irse, mi mamá por fin llegó junto con Brandon y Jaime que fueron por ella al aeropuerto.

Después de un rato solo estábamos la familia orando, se supone que debemos de rezar toda la noche, mañana llevaremos a mi niño a las criptas de la iglesia cerca de la casa de mi papá.

En toda la noche solo dormí 20 minutos, Ramón no durmio nada, eran las 4 de la mañana pero me dio hambre, así que fui a la cocina donde se encontraba Ramón mirando a dónde estaba yo antes.

Me acerque a él y lo abrace por la cintura y el hizo lo mismo. Fue inevitable llorar de nuevo en estos momentos los dos nos necesitábamos tanto como nunca.

Ramón: vamos amor, se que es difícil, pero porfavor, deja de llorar, sabes que odio verte así. -dijo levantando mi barbilla con su mano para después dar un sutil beso en mis labios-

Kenia: estoy tratando de ser fuerte, pero no puedo, de un momento a otro mi niño ya no está,  se supone que ayer sería un día con una sorpresa linda para mí, o eso quiero pensar. Me levanté con un desayuno que planeaste para mí, fui a casa de mi papá, regresaría todo en paz, me arreglaría para que a las 6 fueras por mi y lo demás fuera historia. Pero no, todo por culpa del maldito carro que se me atravesó perdí a mi bebé -Limpio con su pulgar las lágrimas que salían de mis ojos-

Ramón: amor, no todo puede se cómo lo planeas -me abrazo con más fuerza-

Editado ~




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