Adele es una adolescente dulce, tierna, linda e inocente...O al menos eso parece. A su vida llegará el mejor amigo de su padre por el que sentirá una inevitable atracción.
Ella hará lo posible por seducirlo.
El hará lo posible por resistirse.
¿Deseo...
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ADELE
—Vete Emma, de aquí nada es tuyo— le ordena mi madre a mi tía.
Camino hasta mi padre confundida por la situación, él posa su mano en mi hombro, lo observo queriendo que me explique pero solo mira a las dos mujeres que están encaradas.
—Tu sabes que si, ¡Me robaste a mi hija, te aprovechaste de que no podía cuidar de ella y me la quitaste!— grita mi tía y yo abro mis ojos como platos.
—Emma, no es el momento— dice papá.
—Pensé que me apoyabas Benjamin.
—Si pero ahora no.
—¿Que pasa?— pregunto desconcertada.
—Pasa que yo soy tu madre— siento que esta haciendo una broma.
—¡Emma!— le grita mi padre para después propinarle una bofetada.
—¿Que dijo?
—No le hagas caso Adele, esta loca, tú eres mi hija— Meredith se acerca a mi.
—¡Es verdad!, tu eres mi hija y de Ben, cuando Meredith se enteró que...
—¡Emma basta!— grita Ben y yo no puedo ni moverme.
Me siento mareada.
—Lárgate Emma, ella no es tuya, es mía, yo cambie su pañal, la bañe, la cuide cuando se enfermo, es mi hija.
—Todos ustedes— respiro con dificultad —Son unos mentirosos— sollozo.
—Adele...
—¡Tu no me hables!, ¿Crees qué haciendo este drama te voy a querer?, me das asco solamente Emma— no dejó que nadie más hable ya que salgo de la casa.
Corro hasta llegar a la entrada de la privada, ahí tomo un taxi, le doy la dirección y comienza a andar.
No puedo creer nada de esto, mi vida es un desastre, siento que colapsare en cualquier momento.
¿Como procesas que en realidad tu tía es tu mamá?, ¿y que se metió con tu papá siendo esposo de su hermana?, ahora entiendo por que Meredith siempre fue así conmigo, está resentida, dolida y la entiendo, no debe ser fácil digerir una traición así.
Bajo del auto amarillo cuando llega a mi destino, entro aún llorando, le pido a la chica de recepción la tarjeta para poder subir al elevador y por alguna extraña razón no batallo nada para que acceda a dármela.
—¡Henry!, ¡Henry!— grito llorando mirando hacia todos lados.
Él ojiazul sale del pasillo que da a su despacho, al verme se acerca a mi para abrazarme pero me separo rápido por que lo único que quiero es que alguien me escuche.
—¿Que pasa princesa?
—Toda mi vida es una mentira— sollozo —Emma fue y dijo que es mi mamá, ¿Puedes creerlo?, por eso Meredith me odia tanto, yo no se...
