Nuevo Comienzo [ESDLN 2]

Capítulo 38

Narra Emily

Ya han pasado unos meses de lo ultimo sucedido, no he vuelto a ver a Alex desde entonces, sé sobre él por los chicos, pero ambos decidimos alejarnos, supongo que ambos nos afectaba el seguir fingiendo que nada había ocurrido entre nosotros, cuando la realidad era todo lo contrario.

No he sabido nada acerca de mi padre, lo que me alivia, pero a la vez me aterra, no sé cuando podría aparecer y que podría hacer, me da miedo saber de lo que podría ser capaz solo por venganza, pero prefería no pensar en ello.

No he podido volver a cantar, supongo que mi cerebro quiso bloquear esa habilidad en mí, o aún no reunía el valor necesario para hacerlo.

La universidad... no, eso aún se consideraba un imposible, los ataques ya son menos frecuentes y estaba algo más tranquila, pero no me sentía lista y Daniel opinaba lo mismo, sólo espero algún día poder estarlo nuevamente.

Con quien sí he hablado es con Derek, al parecer ser amigos resultó la mejor opción, se había vuelto un gran apoyo últimamente, claro la distancia seguía siendo un problema, pero nada como algunas video llamadas nocturnas no arreglaban, hasta había conocido a Claire, su amiga. En resumen, todo iba increíblemente bien, aunque, por mi experiencia, eso no tiende a durar mucho...

—acabo de ganar mi primer caso— comenta Derek orgulloso apenas iniciamos la video llamada

—¿ya comenzaste a participar en juicios?— pregunto interesada

—noup, pero mi maestro nos hizo simular un juicio y pues ese gané, lo que significa que soy el mejor

—veo que tu ego sigue intacto— río y siento como golpean mi pared

—¡Emily, ya cállate que tú no hagas nada por tu vida no significa que los demás no trabajemos!— grita Carly desde su habitación y no evito reír y ver la hora en mi celular

—¿son las 4 ya?— pregunto mirando la hora

—si quieres seguimos hablando mañana— ofrece

—nah, sólo hablemos más bajito

—¡Emily, si no te duermes te dejo sin gomitas por un mes!— amenaza Carly

—¡adiós!— digo de inmediato cerrando mi computador

—me abandonaste— recibo un mensaje

—eras tú o las gomitas, y creo que ya sabes la respuesta

—está bien, nos vemos mañana

—hablamos mañana—corrijo creyendo que se había equivocado

Después de eso no me respondo más por lo que asumí que se había dormido

—Emily, tengo un problema— entra Tyler a mi habitación con un sombrero en la cabeza y agradezco mentalmente el haberme vestido rápido, de lo contrario habría sido incomodo

—¿qué ocurre?— pregunto preocupada

—mira— se quita el sombrero y no evito reír— ¡no te rías!— dice arrojándome el sombrero que por su buena puntería y mis nulos reflejos cae directo a mi cara

—¿qué le pasó a tu cabello?— pregunto entre risas

—no sé, no he podido arreglarlo y debo verme bonito para tocar— explica— ¿me ayudas?— pide haciendo un puchero

—bien, veré que puedo hacer

Las siguientes dos horas se basó en intentar que el cabello de Tyler se viera decente, lo cual resultó ser misión imposible, al parecer si tenía un mal día de cabello