Se miró por quinta vez al espejo, no porque quisiera asegurarse que su maquillaje y su peinado estuviera bien, si no para seguirse autocompadeciendo. No quería seguir haciendo aquello, sólo había pasado poco tiempo con él y ya sentía que lo odiaba. La maleta en la furgoneta seguía colándose entre sus pensamientos y toda la tarde se la pasó reflexionando acerca de ello, frustrada porque no alcanzó a revisar el contenido.
Estaba casi segura que, de haber podido hurgar en su interior, habría encontrado las pruebas suficientes para arrestar a Hoseok. Si tan sólo el estúpido gato no lo hubiera despertado, en ese momento estaría en la estación, regodeándose en la cara de Park quien la miraría sin podérselo creer, al jefe no le quedaría más remedio que reintegrarla al equipo y ponerla a cargo de la investigación por capturar al responsable.
¿Quién sabe? A lo mejor y hasta le daban un reconocimiento o algo así. No podía saberlo, no cuando todos sus planes se veían frustrados y ahora debía seguir con su acto, sentada en el sofá de su sala, esperando a que Hoseok pasara por ella.
Cuando el timbre sonó, ella suspiró. Deseaba estar en cualquier lugar menos allí, a unos palmos de la puerta, sabiendo que del otro lado estaba él, seguramente sonriendo y planeando sus crímenes o algo como eso. Marrie deseó que Hoseok la atacara esa noche, que mostrara su verdadero rostro para que ella pudiera defenderse y terminar de una vez por todas con aquel teatro.
Cuando abrió la puerta, la sonrisa de Leer se hizo más ancha. Le dijo que se veía guapa, como si a Marrie le fuera a importar lo que él pensaba, de todas formas la joven le agradeció y sin perder tiempo tomó su bolso y su chaqueta para salir de la casa. La función acababa de comenzar.
Ambos se subieron al auto de Hoseok, Yoon notó que la maleta ya no estaba y que el auto olía diferente. Ahora estaba limpio y perfumado, era evidente que Lee lo había llevado a que lo lavaran. Aunque Marrie sabía que aquello no era suficiente para borrar las huellas que todavía podían quedar dispersas por todo el auto, le dio mal sabor de boca, era mejor apresurarse antes que todo rastro quedará borrado por el paso de varios lavados.
Ya lo habían dejado ir antes por evidencias con poco peso, si volvía a suceder, no podría perdonarselo nunca. No iba a poder vivir con la idea de haber soltado a un asesino dos veces, no podía hacerle eso a las mujeres que ya habían sido asesinadas. Mientras miraba el perfil de Hoseok quien iba concentrado en el camino, se juró a sí misma que pasara lo que pasase, iba a detener al culpable de todas aquellas muertes.
—¿A dónde iremos? —le preguntó al cabo de un rato.
—Conozco un buen lugar para cenar —respondió él con una sonrisa—. Después, si quieres, vamos a caminar.
Marrie asintió, ahogó el bufido que se retorcía en su garganta, ansioso por salir al mundo exterior, en ese momento debía ser igual de encantadora que siempre. La Marrie coqueta e intrigante era todo un personaje completamente ajeno a ella, en realidad no le gustaba salir a comer y prefería quedarse en casa. Tampoco era dada a hablar con extraños como había hecho con Hoseok y solamente porque estaba investigándolo se acercó a él, de lo contrario ni siquiera hubiera girado a mirarle.
—¿No es bello? —la voz de Hoseok la trajo de vuelta al auto, donde estaban ellos dos, recorriendo la ciudad.
—¿Qué cosa?
—Las luces y la gente, la ciudad en general.
Marrie se encogió de hombros, sin tener nada que decir. Después de tanto tiempo trabajando, Seúl le parecía vulgar, atroz e inhumano. Nadie mejor que ella conocía toda la basura que habitaba la gran ciudad, oculta entre las sombras cual ratas esperando a la noche y a la soledad para poner sus asquerosas manos sobre los inocentes que tenían que vivir allí.
ESTÁS LEYENDO
Peek-a-boo || Lee Hoseok
Fiksi Penggemar❝ Será divertido, te incluiré aquí hasta que la luna se cuelgue en las lianas de la jungla. Vamos a jugar. ❞ . _____________ 🎭 _____________ . •Monsta X •Heterosexual ⚠ Contenido sensible, me deslindo de responsabilidades. ⚠ Inicio: 28 de febrero...