Maldita fantasía (adaptación caché gip)

Epílogo

María José camina descuidadamente, como si el mundo fuera suyo. Su cabello color negro pintado de una parte de rubio, esta desarreglado, como siempre. Sus ojos oscuros no miran a nadie, no emiten ningún brillo pero eso no le quitan lo asombrosos que son. Su cuerpo, demonios su cuerpo es como el de un dios gracias al americano. Nunca le he hablado pero tengo malditas fantasías con ella cada noche. Miro sus labios, los tiene hinchados y más rosados que de costumbre.

Como en mi fantasía. En mi fantasía la mordí.

Y hacemos contacto visual, ella me sonríe enseñándome más sus labios. Más su mordida, idéntica a la que yo le hice en mi fantasía.

No se si ponerme a bailar ahí mismo el baile de la alegría por que me sonrío o preocuparme de como llego esa mordida a sus labios.

La sexy chica de mis fantasías esconde algo y por primera vez, lo voy a averiguar.

Camino recordando lo que he vivido con María José Garzón. Subo las escaleras del edificio en donde vivo, sin ninguna emoción más que los recuerdos que e vivido con el chico que se ha llevado una parte de mi alma consigo.

Cuando abro la puerta me encuentro con mis mejores amigas dormidas en el sillón, los gemelos están durmiendo y sin importarme que, me encamino hacia la habitación de Juliana... me quito toda mi ropa y trato, con todas mis fuerzas cerrar mis ojos... sin pensar en nada.

Pero no lo consigo... todos los recuerdos me invaden hasta no dejarme si quiera conciliar el sueño... he matado a María José, he matado a mi alma gemela.

Y la maldita realidad cae como sobre mi sin piedad, ya no esta Poché. Ya no oiré su voz decirme te amo, ya no veré su sonrisa. Ya no me sonrojaré por las cosas que diga o ella haga.

Pero pienso en su voz, diciéndome "Preciosa, todo estará bien", olvidándome completamente de que yo la he matado.

Y con ese pensamiento me quedo dormida.

Es la primera vez desde que conocí a María José que no tengo una fantasía con ella.

No hay fantasías, nada.

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—¿Puedo pasar?—pregunta Mario, con cara cabizbaja. Saluda a los gemelos quienes están despiertos y sonrientes— tu padre viene en camino—se rasca la nuca

—he matado a Poché —suelto, los ojos de Mario me miran y sus ojos comienzan a tornarse llorosos

—lo sé —su primera lágrima cae— ¿fue lo correcto?— pregunta

—si, lo fue— mis palabras queman— no puedo con esto... Mario...

—por eso te vengo a ofrecer algo—lo miro, haciendo que se adentre a la sala. Me mira, con tristeza pero con determinación— uno de mis poderes con la neblina es borrar la memoria

—¿qué?— pregunto, atónita

—Poché puede hacer que vivas en una fantasía por años, que creas lo que ella quiera... lo que ella quería...—se corrige— pero yo puedo borrarte la memoria... Daniela...— suspira, pero continúa —te estoy ofreciendo olvidar todo, olvidar lo que ha pasado con Juliana, Manuela, Erick... olvidar a los cambiantes... olvidar que tu madre es Eva, olvidar todo lo que haz vivido con Poché

—sería como negar mi naturaleza — respondo, con lágrimas en los ojos

—si pero, a cambio no sabrías nada de tu naturaleza—dice— pensarás que Juliana murió por causas naturales, que Juana no quiso hablarte por una pelea, que Manuela murió en un accidente... que estas a cargo de los gemelos junto con tu padre— me muerdo la mejilla— Daniela, te estoy ofreciendo una nueva vida... un nuevo comienzo— sonríe, nostálgicamente— aunque tengas que olvidar a mi hermana para poder ser feliz— agrega— ¿aceptas?

Pero, ¿lo haré? podre olvidar todo y hacer como si nada paso, ¿olvidar todos los momentos que he pasado con mi alma gemela? ¿olvidar toda mi felicidad? ¿Olvidar todo a costa de la seguridad de mi familia?... y si, he tomado una decisión.

—Acepto, acepto olvidar todo.

Chicxs este es el final, lamentablemente las cosas no siempre son como uno quiere, créanme que me duele volver a leer lo que esta escrito.
Peeeroo les tengo una noticia.

Por el momento los leo pronto.