Maldita fantasía (adaptación caché gip)

Cap. 49: Y Te Llevaste Una Parte De Mi Alma

Pov. Calle

—Eres un monstruo—digo, con las lágrimas desbordándose por mi cara— ¡te odio!— grito

—soy el peor monstruo que verás en tu vida, Daniela— su sonrisa cínica acelera mi pulso y puedo jurar que tengo mis ojos rojos — tú querida María José no ha podido entrar por que yo tengo el don del escudo—sonríe— no puedes utilizar tus poderes si yo no lo permito— se ríe

—eres un asco de persona— por fin, Alejandro me suelta y yo agarro el cuerpo de Erick, sin vida. Lo abrazo sin importarme nada y con todas mis fuerzas imploro que todo esto sea un sueño... que sea una fantasía pero no, no lo es

Todo esto es real y eso me martiriza, me mata de sobremanera. Quiero matar a Rixton pero si avanzo un solo paso hacia el yo ya estaría con mi cabeza desprendida. Y, sin embargo quiero luchar aunque me cueste la vida.

Hoy voy a salir con mi hermana y mis sobrinos y eso, es lo único que me importa.

Veo los ojos azules de Erick los que una vez pensé que iba a tratar a mi hermana como basura, los que una vez pensé que podría darme una oportunidad con él, los que alguna vez pensé que era una persona malévola y asquerosa.

Pero resulto todo lo contrario, Erick me demostró que un chico puede cambiar o que, no los conoces lo suficiente como para decir algo sobre ellos, Erick me demostró que las acciones valen más que una cara bonita.

Erick me demostro el verdadero significado de sacrificio y valentía, y se lo tengo que agradecer de algún modo. Empezando con tratar de salir de aquí.

Voy a cumplir la promesa que le hice hace algunas horas, voy a cuidar de mis sobrinos junto a Juli pero también los veré como mis hijos. Los voy a cuidar más que a mi misma, más que a nada en el mundo.

Con todas las fuerzas que me son posibles, corro hacia Rixton tratando solo... de hacer algo. Todo es mejor que quedarse ahí sentado sin hacer nada.

Siento como su puño se impacta sobre mi mejilla y el cosquilleo, acompañado del dolor agudo me noquean y hacen que vuelva a estar tirada en el suelo. Hacen, que todo mi cuerpo proteste contra el dolor.

Rixton me mira y en unos segundos más, siento como mi piel es calcinada a su máximo punto, esta haciendo que sienta como se quema la piel y me obligo a no gritar por que si Erick pudo tener la cabeza en el alto segundos antes de su muerte yo también puedo, aunque se sienta como si estuviera dentro de una habitación a mil grados centígrados.

Cuando siento que ya no puedo más, que el dolor ya no puede aumentar veo como una puerta se abre, entran varias personas pero mi vista comienza a hacer borrosa.

Siento como una mano toca mi mejilla y soy consiente de la corriente eléctrica que siento en este momento, soy consiente de que Poché es quien me esta tocando... me esta rescatando

—perdón— pide y aunque no puedo verlo bien por mi vista, siento sus lágrimas que caen en mi mano—Daniela, respira... —el pánico se apodera de su voz — Preciosa, estar contigo me mantiene con vida... no me quites ese privilegio— mi visión por fin se restablece dándome a un Poché lleno de lágrimas, sus ojos azul fuerte y lleno de sangre— Daniela... si mueres, te llevarás una parte de mi alma contigo— pero no lo dejo terminar por que uno mis labios con los de ella.

Desesperación y amor es ejemplificado con ese beso y ahí me doy cuenta que no es solo como me trata de Poché lo que me gusta de el, es su esencia.

Cuando nos separamos, puedo notar a Paula llena de sangre junto a dos cuerpos de cazadores, Mario, Pipe y Juan Carlos nos miran como si vernos les sacara un suspiro de alivio.

—Que espectáculo tan lindo— la voz de Rixton me saca de mi burbuja de seguridad y fijo mi vista en el, quien esta en una especie de habitación con vidrio y puedo apostar que es vidrio blindado. Esta junto a Alejandro, ambos sonrientes. Están a salvo por ese maldito vidrio.— Daniela, te lo dije... Juliana es la segunda.

Mi corazón late fuertemente cuando aparece mi hermana amarrada y con una venda en la boca, tiene varios moretones y sin poder evitarlo, lágrimas salen de mi cuando miro su barriga que esta llena de moretones. Los gemelos no...

—Mario—habla Rixton y el hermano de Poché lo mira, furioso pero cauteloso— ¿cuanto tiempo tarda uno en morir si se le hace un corte profundo?— Mario traga saliva pero contesta por que sabe bien que si no lo hace, pasara algo mucho más... malo.

—depende el corte y el lugar— responde, con la voz temblando y Rixton cumple uno de mis miedos más profundos.

Con un cuchillo lo bastante filoso para matarte, corta a mi hermana del cuello con un simple movimiento y ella cae, agarrando su cuello.

—tienen veinte minutos para salvarla, el tiempo corre—y ellos desaparecen detrás de otra puerta... dejando a Juli y un charco de sangre. Me acerco corriendo hacia el vidrio y con todas mis fuerzas pego, pero es inútil.

—¡JULIANA!—grito pero ella sigue inmóvil en el suelo—¡JULIANA RESISTE!—Paula me jala

—Tapate los oídos— ordena y como acto de reflejo, me los tapo. Paula abre su boca y emite un grito tan pero tan agudo que llega a romper el vidrio. Sin importar que me corte, me hinco junto a mi hermana y... no responde.

—¡JULIANA, POR FAVOR!— grito, comienzo a darle golpes en el pecho para que pueda respirar — ¡no me puedes dejar!...— lloro — tú no... ¡tú no me puedes dejar! ¡eres mi hermana!— pero sus pupilas se expanden, dejándola sin vida... dejándola sin nada. Ha muerto también mi hermana—¡JULI NOOO—grito con todas mis fuerzas como si eso ayudara en el algo. Poché me abraza pero comienzo a patalear, por que no puedo... no puedo sin mi hermana... no puedo... Juli, te has llevado una parte de mi alma. Le quiero gritar a Eva por decir que ella se iba a morir, le quiero gritar a todo el mundo por que ya no podré ver a la chica que ha estado toda una vida conmigo... ya no tengo sobrinos... ya no tengo nada.

Me tiro al suelo, llorando y viendo como Poché me mira preocupada pero no deja de abrazarme, no deja de  apoyarme.

Siento que pasa una eternidad cuando las palabras de Poché me dan esperanza.

—Me llegan pensamientos... interrumpe el silencio instaurado por todos— no de Juliana... dentro de Juliana—frunzo el ceño, tratando de limpiar mis lágrimas— Mario, los gemelos siguen vivos—Poché me deja un momento y toca la barriga de mi hermana— ¡rápido Mario! ¡Ayúdame a sacarlos!— Mario se une y Juan Carlos, se pone al lado mío.

—Calle—su voz es diferente a la de siempre— los gemelos siguen vivos... mantente fuerte por ellos —me sonríe. Poché agarra el cuerpo de Juli con cuidado y Mario me mira con una sonrisa

—Daniela, vamos a sacar a tus sobrinos con vida.

Y quiero creerlo, quiero confiar en Mario.

Me aferro a esa poca esperanza que me han puesto justo adelante de mi y con todas mis fuerzas, confío.